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El libro de las enfermedades alérgicas

Editores: Dr. José Manuel Zubeldia, Dra. M.ª Luisa Baeza, Dr. Tomás Chivato, Dr. Ignacio Jáuregui y Dr. Carlos J. Senent

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El libro de las enfermedades alérgicas

Editores: Dr. José Manuel Zubeldia, Dra. M.ª Luisa Baeza, Dr. Tomás Chivato, Dr. Ignacio Jáuregui y Dr. Carlos J. Senent

Sección III / Capítulo 10

La alergia a las mascotas y a otros animales

Resumen

Resumen

La alergia a los animales se produce por el contacto o la inhalación de pequeñas partículas de la caspa o de la orina que contienen los alérgenos responsables de causar los síntomas de rinoconjuntivitis, asma, urticaria de contacto e, incluso, de anafilaxia.

  • Se ha observado un aumento de la prevalencia de la alergia a animales en la última década, lo que constituye un gran problema sanitario, con un impacto notable en la calidad de vida de los pacientes y con grandes implicaciones económicas. Este aumento pudiera obedecer a una mayor exposición a los animales en una población con mayor predisposición a desarrollar enfermedades alérgicas.
  • La mayoría de los alérgenos conocidos, contenidos en las secreciones de los animales, pertenecen a la familia lipocalinas y a las albúminas, responsables en gran parte de que una persona alérgica a un animal también lo sea a otros animales con los que nunca tuvo contacto.
  • Los alérgenos de animales se transportan en partículas muy pequeñas que permanecen suspendidas en el aire y se distribuyen con mucha facilidad, sensibilizando a personas que nunca tuvieron animales y ocasionando síntomas en las personas alérgicas a ellos.
  • Los alérgenos de animales se transportan en partículas muy pequeñas que permanecen suspendidas en el aire y se distribuyen con mucha facilidad, sensibilizando a personas que nunca tuvieron animales y ocasionando síntomas en las personas alérgicas a ellos.
  • La inmunoterapia con alérgenos de animales debe considerarse en personas alérgicas en las que la exposición a animales es inevitable.
  • Aunque existen datos que abogan por un efecto beneficioso del hecho de convivir con animales de compañía en edades tempranas sobre la aparición posterior de alergia, los resultados de diferentes estudios son controvertidos, y actualmente no se pueden establecer recomendaciones adecuadas en la práctica clínica que pudieran tener un mayor impacto en la incidencia de las enfermedades alérgicas.

Preguntas y respuestas

Resumen

¿Es frecuente tener alergia a las mascotas?

Los animales domésticos son una causa frecuente de enfermedad alérgica respiratoria y su prevalencia va en aumento en todo el mundo.

El 40 % de los hogares españoles cuentan con al menos una mascota. En otros países europeos y en Estados Unidos este dato puede llegar a ser del 60 %, siendo los perros (33 %) y los gatos (23 %) las mascotas más frecuentes. En España hay cerca de 22 millones de animales domésticos censados (5 millones de perros, 3 millones de gatos, 14 millones de otros animales, incluidos canarios y otras aves, peces, pequeños mamíferos, anfibios y reptiles).

La alergia a las mascotas está ocasionada por proteínas que se encuentran en la saliva, la orina y en la caspa que se desprende de la piel del animal, y que se dispersan en el medio ambiente. Los síntomas de alergia a mascotas varían en intensidad, y van desde molestias leves oculares y nasales hasta episodios asmáticos que pueden constituir una amenaza para la vida de la persona alérgica.

En caso de alergia a una mascota lo recomendable es reducir la exposición a la misma en la mayor medida posible, por lo que se la retirará del domicilio. No obstante, la combinación de vacunas contra la alergia, los medicamentos antialérgicos y los cambios en el entorno de la vivienda a veces ayudan a controlar la alergia, y pueden llegar a hacer innecesario deshacerse de un animal querido.

¿Qué es la alergia a los animales?

La alergia a los animales consiste en la aparición de síntomas alérgicos con el contacto o inhalación de pequeñas partículas procedentes de un animal, llamadas alérgenos, que penetran en el organismo de la persona alérgica, dando lugar a una reacción inmunológica de hipersensibilidad. En ella participan anticuerpos IgE que, al reaccionar con dichos alérgenos, desencadenan la liberación de histamina y de otras sustancias químicas, lo que ocasiona una inflamación en la piel, en la mucosa nasal, ocular o bronquial, que derivará en los síntomas típicos de la reacción alérgica.

¿Cuáles son los animales que producen alergia?

Cualquier animal puede producir alergia, pero lo más habitual es que la produzcan mamíferos. En España, la alergia al perro es la más frecuente, seguida de la del gato, dado que son las mascotas más frecuentes. También producen alergia, aunque en menor medida: caballos, roedores, conejos y hurones.

Hay casos raros de alergia a anfibios y reptiles por sus escamas, como iguanas y lagartos. La alergia a animales puede ocurrir en el ámbito doméstico, pero también en el profesional, como es el caso de veterinarios, investigadores de laboratorio, granjeros, cazadores, peleteros, cuidadores de zoológicos y trabajadores de circos.

¿Las aves pueden también causar alergia? ¿los edredones de plumas pueden ocasionar alergia?

La alergia a las aves es poco común, a pesar de que hasta un 12 % de los hogares españoles tienen pájaros. Hay casos aislados de alergia por el uso de edredones y almohadas de plumas, aunque algunos de ellos se deben en realidad a una alergia a los ácaros que parasitan las plumas.

En relación con las aves, se ha descrito otra enfermedad respiratoria, distinta del asma, llamada neumonitis por hipersensibilidad, ocasionada por las plumas y los excrementos de las aves. Afecta sobre todo a criadores de palomas, y se manifiesta por tos seca, dificultad para respirar, escalofríos, fiebre y malestar general, que aparece entre 4-6 horas después de haber estado en contacto con las aves.

Existe otra enfermedad alérgica, llamada síndrome ave-huevo, que combina una alergia alimentaria a la yema de huevo o a la carne de pollo con una enfermedad respiratoria por las plumas de las aves, que se debe a una proteína, la seroalbúmina (Gal d 5). Estos pacientes toleran la clara de huevo, al revés de lo que sucede habitualmente en los niños alérgicos al huevo, en los que las proteínas de la clara de huevo son las responsables de su alergia.

¿Qué síntomas causa la alergia a los animales?

La alergia a animales puede producir los mismos síntomas que cualquier otra alergia respiratoria: síntomas oculares (picor de ojos, lagrimeo, enrojecimiento ocular), nasales (picor nasal, estornudos, mucosidad líquida, congestión), picor en paladar, de garganta y/o de oídos. Algunas personas pueden desarrollar síntomas de asma con tos seca, dificultad respiratoria, opresión torácica y silbidos en el pecho. Además, el contacto con el animal puede producir picor en la piel, hinchazón (más frecuente en los párpados) y habones en la zona de contacto, especialmente si se ha producido algún arañazo.

Se han descrito, de forma excepcional, reacciones alérgicas graves como consecuencia de mordeduras de roedores o conejos, a través de heridas en la piel o por jeringas y lancetas contaminadas con productos del animal. En estos casos, el alérgeno contenido en la saliva penetra en el torrente circulatorio y puede desencadenar una reacción de anafilaxia que podría comprometer la vida de la persona alérgica.

La exposición prolongada o repetida a un animal puede causar una inflamación continua en la vía respiratoria, que ocasiona síntomas crónicos, sin que estos estén ya claramente relacionados con el animal. Esta inflamación hace que la nariz y los bronquios sean más sensibles y reaccionen frente a otros estímulos, como el ejercicio, las infecciones respiratorias, el aire frío, la contaminación o el polvo, los cuales no causarían síntomas si no hubiera inflamación previa debida a la alergia.

¿Qué parte del animal es la responsable de producir alergia en las personas?

La alergia a los animales está causada por proteínas contenidas en las secreciones de sus glándulas sebáceas y salivares, y en sus excretas (orina), que quedan adheridas a la piel y caspa del animal (figura 1).

La caspa es la responsable principal de la alergia a los animales que se desprende en pequeñas partículas que permanecen flotando en el aire durante largos períodos de tiempo y que, al ser respiradas, desencadenan los síntomas. Por este motivo, las personas alérgicas pueden notar síntomas al permanecer en casas o lugares con mascotas, aunque no estén presentes en ese momento. Además, estas partículas se depositan con facilidad en el mobiliario de las casas y se adhieren fácilmente a la ropa y al pelo de las personas, transportándose y acumulándose en escuelas, transportes, edificios públicos y en casas donde nunca hubo mascotas. En estos lugares, los alérgenos pueden alcanzar niveles lo suficientemente elevados como para provocar síntomas en personas alérgicas, o bien sensibilizar a personas que nunca antes habían convivido con animales domésticos.

La saliva de las mascotas se adhiere a las alfombras, los muebles y la ropa. Cuando se seca se puede transmitir por el aire en pequeñas partículas de polvo. Además, pueden aparecer síntomas cuando alguien es lamido por el animal o si lo toca después de que se haya estado lamiendo.

Los alérgenos de los roedores (ratones, ratas, cobayas, hámsteres, jerbos, etc.) se encuentran fundamentalmente en la orina del roedor, y, en menor proporción, en la caspa, el pelo y la saliva. El polvo, el serrín o el lecho de las jaulas, queda impregnado de esta orina desecada y puede vehiculizar estos alérgenos en pequeñas partículas que se mantienen en el aire y se distribuyen por toda la vivienda o en zonas alejadas de los animalarios de los centros se investigación.

Figura 1. Causantes de alergia a los animales

Figura 1. Causantes de alergia a los animales

¿Es el pelo la causa de la alergia a los animales?

Al contrario de lo que se piensa, el pelo del animal no es la principal causa de la alergia, sino la caspa. Los alérgenos contenidos en la saliva y el sudor quedan adheridos a la capa más superficial de la piel y en el pelo (figura 2).

Como sucede en las personas, la piel de los animales se renueva continuamente y se desprende en escamas microscópicas que permanecen suspendidas en el aire y caen lentamente. Ante pequeños movimientos, vuelven a flotar y se mantienen en el aire durante largos períodos de tiempo. El pelo es de mayor tamaño que la caspa y se deposita en el suelo, con lo cual no permanece en el aire ni se respira.

Figura 2. Microscopía de alérgenos en la caspa y pelo Figura 2. Microscopía de alérgenos en la caspa y pelo

Figura 2. Microscopía de alérgenos en la caspa y pelo (Créditos, F. 46)

¿La alergia a los animales puede ser debida a otras causas que no sean el propio animal?

En ocasiones, no es el propio animal el causante de la alergia, sino otros factores asociados al animal o a su entorno, como la presencia de garrapatas, pulgas y otros insectos que lo parasitan. La proliferación excesiva de ácaros que se alimentan de la caspa del animal o de los hongos presentes en ambientes húmedos puede ser el origen de la alergia del paciente. También, el uso de insecticidas y productos químicos para su cuidado, o el propio alimento de los animales, como el alpiste, la linaza y los cañamones de la comida de los pájaros, o la larva roja de mosquito (quironómidos) utilizada como alimento de los peces de los acuarios pueden causar alergia. Todos estos factores deben ser tenidos en cuenta al estudiar la alergia a animales.

¿Se conocen las sustancias o alérgenos de los animales?

Actualmente no se conoce la totalidad de los alérgenos responsables de la alergia a los animales; es un campo de investigación en continuo crecimiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enumerado a día de hoy 36 alérgenos de mamíferos (www.allergen.org), que se clasifican en una serie de familias de proteínas: lipocalinas (la más frecuente), secretoglobinas, albúminas séricas, calicreínas y laterinas (tablas 1 y 2).

Los animales más estudiados son el perro y el gato. Hasta la fecha se conocen 9 alérgenos de perro (Canis familiaris) y 8 de gato (Felis domesticus), siendo Can f 1 y Fel d 1 los alérgenos principales de perro y gato, frente a los que reaccionan el 70-90 % y 80-90 % de los pacientes, respectivamente.

Se ha descrito un alérgeno de perro, Can f 5, presente solo en la orina y la caspa de los perros machos. Este alérgeno guarda similitud con el antígeno prostático específico del plasma seminal humano, de manera que se han descrito reacciones alérgicas al líquido seminal de los hombres en pacientes sensibilizados a Can f 5 durante las relaciones sexuales.

Alérgeno Fuente
Gato (Felix domesticus)
Fel d 1 Saliva, caspa
Fel d 2 Caspa, sangre, orina
Fel d 3 Saliva, caspa
Fel d 4 Caspa, saliva, orina
Fel d 5 Sangre
Fel d 6 Sangre
Fel d 7 Saliva, caspa
Fel d 8 Saliva, caspa
Perro (Canis familiaris)
Can f 1 Caspa, saliva
Can f 2 Caspa, saliva
Can f 3 Sangre, caspa, saliva
Can f 4 Caspa, saliva
Can f 5 Orina, caspa
Can f 6 Saliva, caspa
Can f 7 Caspa
Can f 8 Caspa
Can f 9 Caspa
Caballo (Equus caballus)
Equ c 1 Caspa
Equ c 2 Caspa
Equ c 3 Leche, carne, sangre, caspa
Equ c 4 Caspa, saliva, sudor
Vaca (Bos domesticus)
Bos d 1 Caspa
Bos d 2 Caspa
Bos d 3 Caspa
Bos d 8 Leche

Tabla 1. Alérgenos de animales: gato, perro, caballo y vaca

Alérgeno Fuente
Ratón (Mus musculus)
Mus m 1 Orina
Mus m 2 Caspa
Mus m 4 Sangre, orina
Mus m 7 Suero
Rata (Ratus norvegicus)
Rat n 1 Orina
Rat n 4 Sangre, orina
Rat n 7 Sangre
Conejo (Oryctolagus coniculus)
Ory c 1 Orina, caspa, sangre, saliva
Ory c 3 Caspa, orina
Ory c 4 Orina, caspa, sangre, saliva
Ory c 6 Sangre, orina
Cerdo de Guinea (Cavia porcellus)
Cav p 1 Orina, caspa
Cav p 2 Orina, caspa
Cav p 3 Orina, caspa
Cav p 4 Orina, sangre, caspa
Cav p 6 Orina, sangre, caspa

Tabla 2. Alérgenos de animales: roedores

¿Influye el sexo de los animales en la alergia?

El sexo de los animales sí puede influir en el desarrollo de la alergia en humanos. Por ejemplo, la síntesis de las lipocalinas (recordamos que son la mayoría de las proteínas alergénicas de los animales) está regulada por las hormonas sexuales de manera que los niveles aumentan en épocas de celo y se reducen con la esterilización de los animales.

En la alergia a los perros, existen personas alérgicas a Can f 5, una proteína específica de los machos. En los gatos machos también se ha identificado hasta tres veces mayor producción de Fel d 1, el alérgeno principal, que en las hembras. En ambos casos, la secreción de estas proteínas alergénicas disminuye con la castración del animal.

Otro ejemplo es la alergia a ratones y ratas de trabajadores de laboratorio en los cuales se ha relacionado un mayor riesgo de padecer alergia respiratoria con la exposición a roedores machos, puesto que estos secretan más alérgenos en orina que las hembras.

¿Los animales son una causa importante de alergia respiratoria?

Los animales domésticos, presentes en el 60 % de los hogares, son una causa frecuente de alergia respiratoria. Alrededor del 9 % de la población adulta en Europa está sensibilizada a la caspa de los animales, pero esta cifra aumenta hasta el 27 % si además hay alergia respiratoria.

En España, alrededor del 40 % de los pacientes que consultan por rinitis y/o asma conviven con animales. Según el estudio multicéntrico Alergológica realizado en nuestro país en 2015 en pacientes derivados a consultas de Alergología, el 21 % de los pacientes con rinitis y/o asma estaban sensibilizados a la caspa de perro y gato, siendo la tercera causa de alergia respiratoria después de los pólenes y los ácaros. En un estudio similar realizado en 1992 se hallaron cifras más bajas, del 15 %, lo que indica una tendencia en aumento desde ese período.

La exposición a otros animales, como caballos, vacas, pequeños mamíferos y otros animales exóticos también ocasiona alergia, aunque en menor frecuencia que con el perro y el gato. En particular, la alergia a roedores constituye un peligro para la salud en investigadores y trabajadores de animalarios, donde el 20-30 % puede llegar a sensibilizarse. Además, en casi todas las viviendas del casco urbano de algunas ciudades de Estados Unidos se detectan niveles muy elevados de alérgenos de roedores, los cuales se asocian al desarrollo de asma grave en los niños que las habitan. La frecuencia de sensibilización a alérgenos de ratón en esta población es del 10 al 20 %.

¿Hay alguna razón que explique el aumento en el número de personas alérgicas a las mascotas?

No se conocen por completo las causas por las que la prevalencia a la alergia a los animales ha ido aumentando en las últimas décadas. En parte se ha relacionado con la forma de vida actual de los países desarrollados, en la que cada vez se adquieren un mayor número de mascotas y se permanece más tiempo dentro de las viviendas. Estas suelen ser más pequeñas, se ventilan menos y cuentan con moquetas, alfombras y objetos que actúan como reservorios de estos alérgenos, de manera que la exposición es mucho mayor y más prolongada en una población ya de por sí con mayor tendencia a sufrir enfermedades alérgicas. Los alérgenos a animales además son muy ubicuos, y se acumulan en escuelas, transportes y locales, de modo que, en comunidades con un mayor número de mascotas, la exposición es más probable y frecuente, aunque no se conviva con el animal.

¿Cuál es el impacto de la alergia a animales sobre la calidad de vida de los pacientes?

La alergia a las mascotas, como cualquier alergia respiratoria, deteriora la calidad de vida de los pacientes, ya que puede conllevar irritabilidad, falta de concentración, disminución del rendimiento laboral y escolar, limitación del esfuerzo físico y alteración del sueño. Además, implica la necesidad de tratamiento y la asistencia a consultas médicas o servicios de urgencias, lo que conlleva una mayor inversión de tiempo y de recursos económicos. No solo afecta la calidad de vida de los pacientes, sino también la de sus familiares y allegados, pudiendo deteriorar la relación social entre los mismos.

Hasta un tercio de los pacientes sensibilizados a animales son profesionales involucrados en el cuidado de mascotas e investigadores que trabajan con animales, que llegan a perder hasta un 30 % de la jornada laboral por su alergia. Además, un 10 % de ellos desarrollan asma profesional.

¿Tener animales es un factor de riesgo para desarrollar rinitis y asma?

La alergia a perro y gato se considera un factor de riesgo importante para el desarrollo de rinitis y asma, y se asocia a asma grave en la infancia.

Cuanto mayor es la exposición a los animales en personas alérgicas a ellos, mayor es la probabilidad de que sufran síntomas y de que estos sean graves. Estas personas mejoran claramente cuando se trasladan a ambientes sin animales y cuando se desprenden de ellos.

Se ha demostrado que la gravedad de la enfermedad es mayor cuanto más intensa es la sensibilidad y a un mayor número de alérgenos presentes en el propio animal o en otros animales.

¿Se pueden tener síntomas alérgicos sin tocar o estar presente la mascota?

La caspa de los animales permanece flotando en el aire durante períodos de tiempo prolongados antes de depositarse y, como se ha mencionado anteriormente, son partículas que se adhieren fácilmente a la ropa y a diferentes muebles o superficies. Además, se transportan fácilmente por el aire y se dispersan de manera efectiva. Por este motivo, cuando una persona alérgica a los animales visita una casa en la que estos viven, aunque no estén presentes en ese momento, o está en contacto con una persona que convive con ellos, puede inhalar esas partículas y experimentar los síntomas.

En espacios abiertos también se pueden desencadenar los síntomas de alergia, como sucede a menudo en personas alérgicas a caballos cuando van a recintos como hipódromos, circos y ferias. Incluso simplemente cuando se acercan a un familiar que viene de montar a caballo y en cuya ropa o pelo lleva pegadas las partículas de caspa del animal.

¿Se puede ser alérgico a los animales aunque nunca los haya tenido?

Los alérgenos de los animales se dispersan con mucha facilidad por el aire o en la ropa en partículas diminutas, de manera que se depositan y acumulan en lugares como escuelas, transportes, edificios públicos, incluso en viviendas donde no hay animales. La cantidad de alérgenos presente en estos lugares es suficiente para poder sensibilizar a personas no alérgicas u ocasionar síntomas en quienes ya son alérgicos.

En algunas comunidades la presencia de roedores es frecuente, como sucede en Baltimore, donde se detecta alérgenos de ratón en hasta el 90 % de las viviendas de niños asmáticos, fundamentalmente en zonas deprimidas del casco urbano. Como son animales de hábitos nocturnos, a menudo no se ven, pero van dispersando su orina, que contiene los alérgenos, sobre todo por las cocinas y en otras estancias de la casa.

Si se tiene alergia a un animal, ¿se puede ser alérgico a otros animales de diferentes especies, aunque nunca se haya estado en contacto con ellos?

Sí, es común observar pacientes alérgicos a gato que también resultan estar sensibilizados a perros o caballos y viceversa. Las personas alérgicas a un determinado animal pueden padecer alergia a otros animales de diferente especie como consecuencia de una exposición inadvertida o por la existencia de reactividad cruzada entre los alérgenos de animales. La reactividad cruzada es una reacción inmunológica entre un anticuerpo (presente en las personas alérgicas) y distintos antígenos (proteínas alergénicas) que se parecen entre sí, es decir, que comparten una estructura similar o identidad parcial. Las albúminas representan la familia más importante de alérgenos responsables de reacción cruzada entre animales.

¿Se pueden tener pruebas alérgicas positivas a un animal y no tener síntomas al exponerse a él?

En las consultas de alergia no es infrecuente observar personas sensibilizadas a animales, con pruebas diagnósticas positivas a animales (test cutáneos o IgE específica), que sin embargo no recuerdan haber presentado síntomas alérgicos a esos animales.

Sensibilización significa que una persona ha desarrollado una respuesta inmunológica de hipersensibilidad IgE frente a un alérgeno en concreto. Alergia ocurre cuando esa respuesta inmune produce síntomas ante la exposición a ese alérgeno. En cualquier caso, en estos pacientes ya sensibilizados, el riesgo de desarrollar enfermedad alérgica es elevado y deben evitar adquirir o tener contacto con los animales.

¿Se puede tener alergia a unas razas de perros o gatos y no a otras?

Algunas personas refieren notar síntomas alérgicos ante determinadas razas de gato o perro mientras que toleran la exposición a otras.

Estudios realizados entre distintas razas de perros, gatos y caballos no encuentran diferencias con respecto a la cantidad de alérgenos, y no se ha descrito ningún alérgeno exclusivo de una raza. En otro estudio, no se encontraron diferencias en los niveles de alérgenos de perro, medidos en las muestras de polvo, de las casas habitadas por razas supuestamente “hipoalergénicas” con respecto a los hogares con otras razas de perro convencionales. Por lo tanto, cualquier raza puede ocasionar síntomas en personas alérgicas, y es independiente de la longitud o el color del pelo. No obstante, por razones no del todo conocidas, hay casos particulares de pacientes que toleran la presencia de un animal en concreto, habitualmente su propia mascota. Como ya se ha indicado, muchos de los alérgenos se producen en las glándulas sebáceas y salivares y se extienden sobre la caspa y el pelo. Algunas razas, incluso individuos dentro de la misma raza, pueden tener una menor secreción sebácea y desprender menos caspa y pelo, lo que causaría menos síntomas. Los animales viejos, además, aportan mayor cantidad de caspa por la sequedad cutánea.

¿La alergia a las mascotas puede aparecer en cualquier momento?

Sí, puede aparecer en cualquier momento de la vida. El desarrollo de la alergia a las mascotas, al igual que a otras alergias respiratorias, depende de la presencia de “atopia”, es decir, la susceptibilidad del paciente desde su nacimiento a desarrollar el tipo de reacción inflamatoria que caracteriza la alergia respiratoria, la alergia alimentaria y la piel atópica. Sin embargo, para desarrollar alergia a un animal, es preciso haber sido expuesto al mismo, ya sea de forma directa (por convivencia personal o laboral) o indirecta (por exposición a alérgenos animales suspendidos en el ambiente y en espacios públicos).

¿Cómo se diagnostica la alergia a los animales?

La prueba más habitual para el diagnóstico de la alergia a los animales es el prick-test. Para realizar esta prueba es necesario disponer de extractos comerciales de epitelios y orina de la mayoría de animales. En caso de no disponer de ellos, se puede realizar un prick con la muestra de pelo, caspa y orina del animal sospechoso.

Además, se dispone de métodos diagnósticos a nivel molecular, que determinan anticuerpos IgE frente a los alérgenos de los animales en el suero de los pacientes. Existen varios métodos, pero el más empleado es el sistema InmunoCAP® de Thermo Fisher.

Un prick-test o una prueba de IgE específica positiva solo implica estar “sensibilizado” al animal. Solo empleamos el término “alergia” si podemos correlacionar los resultados con los síntomas del paciente. En los casos en que las pruebas sean positivas pero la relación entre los síntomas y el animal no quede clara, se puede recurrir a las pruebas de provocación conjuntival, nasal y bronquial, con las que se pretende reproducir los síntomas del paciente al exponerlo a extractos del animal sospechoso. Estas pruebas deben hacerse en el medio hospitalario y solo en centros especializados.

¿En qué consiste el tratamiento de la alergia a los animales?

En primer lugar, se debe evitar su contacto, aunque retirar el animal de la vivienda no siempre es fácil, por el apego emocional. Además, cuando el animal se encuentra en el domicilio de familiares o amistades, o en el lugar del trabajo, evitarlo es prácticamente imposible. Aun así, debe procurarse no tocar el animal y lavarse las manos después de hacerlo.

La segunda recomendación es disminuir la carga de alérgenos del animal. Para ello existen varias estrategias:

  • Tener al animal fuera del domicilio o al menos evitar su entrada en el dormitorio. Aun así, esta última medida sería poco efectiva porque los alérgenos se dispersan por el aire.
  • Lavar al animal 1-2 veces por semana.
  • Limpiar minuciosamente la vivienda cada semana con aspiradores con filtros HEPA, principalmente en colchones, almohadas, muebles tapizados y cortinas, donde se depositan más los alérgenos de animales.
  • Ventilar la vivienda a menudo.
  • Instalar purificadores de aire con filtros HEPA.
  • Lavar la ropa que haya estado en contacto con los animales.
  • Aplicar una vez a la semana lociones comerciales para mascotas que reducen la caída de caspa.

En tercer lugar, se dispone del tratamiento farmacológico, que incluye: un antihistamínico oral, nasal o en colirio para reducir los síntomas de rinitis y/o conjuntivitis alérgica, y un corticosteroide en spray nasal para reducir la inflamación crónica de la mucosa nasal. Si el paciente sufre asma alérgica, el tratamiento incluye el uso de inhaladores de corticosteroides combinados con broncodilatadores inhalados para disminuir la inflamación bronquial.

Como se verá más adelante, se dispone de vacunas (inmunoterapia) para el tratamiento de algunas alergias a animales, como el gato, el perro y el caballo.

¿Qué debería hacer el paciente alérgico a un animal que no lo tiene en su casa?

Con respecto a las medidas encaminadas a reducir los contactos indirectos, los familiares y amigos que tienen animales deben conocer la alergia del paciente y abstenerse de llevar el animal a su casa. Debería evitarse, en la medida de lo posible, el contacto con personas que tienen animales, no ir a tiendas de mascotas u otros lugares donde pudiera haberlos. En la escuela se debería prohibir la presencia de animales en las clases y que los alumnos alérgicos no realizaran actividades o excursiones a granjas donde haya animales. Sería recomendable que los alumnos que conviven con mascotas llevaran la ropa recién lavada y que no haya estado en contacto con estas. Si las personas que conviven con el paciente trabajan con animales o han estado en contacto con ellos, como, por ejemplo, montando a caballo, deberían cambiarse la ropa y ducharse antes de volver a casa.

¿Funcionan los purificadores de aire en la alergia a animales domésticos? ¿hay algún aspirador con el que pueda limpiar la casa para no tener alergia a mi mascota?

La Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica (SEAIC) indica que los purificadores de aire con filtros HEPA (de alto rendimiento) y aspiradores logran filtrar la mayoría de las partículas ambientales de pequeño tamaño, por lo que pueden proporcionar un control ambiental adecuado para las personas alérgicas. Sin embargo, su rentabilidad es discutible dado que solo son útiles en espacios cerrados y existen medidas más económicas basadas en la limpieza regular del lugar de residencia o de trabajo.

¿Se puede prevenir la alergia a las mascotas?

Esta cuestión no es fácil de responder. Se sabe que hay una mayor probabilidad de desarrollar alergia a un animal si previamente hay antecedentes de atopia o asma. Aunque no se tenga alergia a animales desde el primer momento, siempre cabe el riesgo de que vaya apareciendo con el paso del tiempo. Por otro lado, hay personas sensibilizadas a animales que no llegan a desarrollar síntomas, pero no se puede predecir si estas personas seguirán tolerando vivir con un perro o con un gato. A la hora de adquirir una mascota se debe valorar en estos casos la repercusión que causaría el tener que deshacerse del animal más adelante.

Para prevenir esta clase de alergia podría ser útil convivir con mascotas a temprana edad. Algunos padres que esperan tener un hijo preguntan si es adecuado adquirir una mascota o deshacerse de ella antes del nacimiento, con el objeto de prevenir que su hijo desarrolle rinitis o asma alérgica en el futuro. El resultado de un metaanálisis en el que se analizaron estas cuestiones concluyó que no se debe aconsejar retirar o adquirir mascotas para la prevención primaria de la rinitis y el asma alérgica en niños. La decisión de adquirir mascotas no debe estar supeditada por la posibilidad de que un niño aún no nacido pueda desarrollar enfermedad alérgica en el futuro.

¿Existen vacunas para la alergia a animales? ¿son eficaces? ¿cuándo se usan?

Sí, existen “vacunas” para la alergia. Realmente reciben el nombre de “inmunoterapia”, y consisten en la administración de un extracto del alérgeno responsable a dosis progresivamente crecientes e intervalos regulares de tiempo, con el objetivo de inducir tolerancia al mismo. Es el único tratamiento en la actualidad que puede modificar la respuesta alérgica haciendo que el paciente adquiera una mayor tolerancia a los alérgenos de animales, disminuyendo los síntomas, la necesidad de medicación y logrando un mejor control de la enfermedad. Se dispone de vacunas sublinguales de administración diaria o subcutáneas de administración mensual, que se mantienen al menos durante tres años para conseguir una respuesta suficiente y mantenida en el tiempo.

Este tratamiento se recomienda en individuos alérgicos a animales en los que su exposición es inevitable (como veterinarios o trabajadores de laboratorio) o en aquellos pacientes que voluntariamente deciden no retirar el animal de la vivienda. En la actualidad existen inmunoterapias frente a gatos, perros y caballos, tanto por vía sublingual como subcutánea. Para animales de laboratorio (ratones, ratas y conejos) existen estudios no controlados con inmunoterapia que han demostrado cierta mejoría, aunque no se ha establecido si detienen la progresión de los síntomas y el deterioro en la función pulmonar en las personas que trabajan con ellos. Asimismo, existen ensayos controlados con placebo y en doble ciego con extractos de perro y gato por vía subcutánea que demuestran ser un tratamiento seguro y eficaz.

¿Existen razas de perros y gatos que no produzcan alergia o hipoalergénicas?

Se ha especulado que determinadas razas de perro y gato son menos alergénicas, porque tienen menos pelo, es más corto o se les cae menos, de modo que desprende menos alérgeno.

Entre las razas de gatos con menor capacidad de producir alergia se han incluido el Siberiano, el Devon, Cornish Rex, el Russian blue y el Siamés. Entre las razas de perro que desprenden menos pelo y caspa se han descrito, entre otras, el Terrier americano, el Yorkshire Terrier, el Schnauzer, los perros de agua (Español, Poodle, Caniche), el Galgo, el Samoyedo y el Airedale Terrier.

Desafortunadamente, no hay evidencia científica que confirme la existencia de estas razas “hipoalergénicas”. Casi todos los alérgenos se originan en la saliva y la secreción sebácea, y es en la caspa, y no en el pelo, donde más se acumulan. Por ello, aunque haya razas de perros o gatos sin pelo, los seguirá produciendo. Así los gatos Sphynk (esfinge) que no tienen pelo, ocasionan incluso más síntomas.

No obstante, puede haber animales que individualmente tengan un nivel mayor o menor de alérgenos y puedan causar menos síntomas de alergia que otros. Posiblemente las razas más pequeñas produzcan menos alérgenos por tener una menor superficie corporal. También se reduce considerablemente el nivel de alérgenos en los gatos y perros castrados, ya que su producción está aumentada por las hormonas sexuales.

Se han llevado a cabo intentos de crear gatos menos alergénicos modificando su ADN. Las compañías Indoor Biotechbologies y Felix Pets han realizado experimentos en los que eliminan el gen que produce el Fel d 1 y que causa la alergia. Sin embargo, obtener animales editados genéticamente es complicado, ya que el proceso puede implicar la clonación y manipulación de los embriones. Además, nadie sabe si los gatos sin Fel d 1 podrían crecer sanos.

Otras compañías han anunciado la creación de razas hipoalergénicas, sin modificación genética, creadas a partir de animales seleccionados por tener niveles más bajos de alérgenos. No obstante, estas compañías no proporcionan estudios que demuestren que se reduzca de forma efectiva los niveles de Fel d 1 en las casas con estos gatos. En 2009 la compañía Allerca anunció la comercialización de dos razas de gatos hipoalergénicos (Allerca GD y Ashera GD), creadas a partir de cruces de animales con variaciones génicas que daban lugar a proteínas menos alergénicas. En 2013, una investigación de la ABC descubrió que uno de estos gatos no era diferente de un felino normal y posteriormente la compañía desapareció.

Otros intentos novedosos para reducir la cantidad de alérgenos secretados por los gatos consisten en inmunizar a los animales contra su Fel d 1, o incluir en su alimentación anticuerpos específicos para Fel d 1. Recientemente, la marca Purina ha lanzado al mercado un alimento (Pro Plan LiveClear) basado en huevo de gallina que contiene estos anticuerpos contra Fel d 1. Al ser ingerido por el gato, neutraliza el Fel d 1 de la saliva y conseguiría disminuir su capacidad de producir alergia en los humanos. Este alimento ha demostrado ser seguro para la salud de los gatos y conseguir una reducción en la cantidad de Fel d 1 “activo” en los gatos que lo ingieren. Se necesitan estudios más amplios, a más largo plazo y ver si estos niveles se reducen lo suficiente como para no ocasionar síntomas en pacientes alérgicos.

¿Qué mascotas producen menos alergia?

La alergia a mamíferos es la alergia a animales más frecuente, siendo el perro y el gato la causa más común, seguidos de los roedores (ratones, conejillos de Indias, jerbos, hámsteres) y conejos. La alergia a las mascotas rara vez es causada por animales que no tienen pelo, como los peces y los reptiles.

La alergia a mamíferos es la alergia a animales más frecuente, siendo el perro y el gato la causa más común, seguidos de los roedores (ratones, conejillos de Indias, jerbos, hámsteres) y conejos.

La alergia a mamíferos es la alergia a animales más frecuente, siendo el perro y el gato la causa más común, seguidos de los roedores (ratones, conejillos de Indias, jerbos, hámsteres) y conejos. (Créditos, F. 47)

¿Es recomendable que un paciente alérgico al polen o a otros alérgenos ambientales adquiera una mascota?

Una persona con atopia presenta mayor predisposición a sensibilizarse y desarrollar enfermedad alérgica si está expuesta a otras partículas en el medio ambiente, como los alérgenos de animales.

En trabajadores de animalarios, los individuos atópicos desarrollan 3,35 veces más alergia a los roedores que los que no lo son, de manera que la atopia constituye un factor de riesgo. Una persona puede hacerse alérgica a su mascota con el paso del tiempo, y esto sucede con más frecuencia si esa persona ya es alérgica a los pólenes o a los ácaros. Otro problema añadido es la exposición, en las casas donde hay mascotas, a otros alérgenos como los ácaros o los hongos, que serían allí más abundantes. Aunque es una decisión personal adquirir una mascota, en estas circunstancias habría que valorar la repercusión que ocasionaría el tener que deshacerse del animal.

¿Es posible dejar de ser alérgico a un animal con el paso del tiempo?

Se sabe que cuanto mayor es la exposición a un alérgeno inhalado, mayor es el riesgo de sensibilizarse y desarrollar síntomas alérgicos.

Sin embargo, en el caso de alergia a los animales, se ha visto que la exposición continuada a niveles elevados de alérgenos de animales puede inducir una forma de tolerancia, de manera que la persona alérgica nota cada vez menos síntomas. La inhalación continuada de altas concentraciones de alérgeno en el aire actuaría de la misma manera que las vacunas, ocasionando una respuesta de anticuerpos IgG frente al alérgeno. Sin embargo, esta respuesta “protectora” puede disminuir rápidamente si cesa la exposición al animal, como ocurre al residir temporalmente fuera de la casa, de manera que, cuando regresan y vuelven a tener contacto con los animales pueden presentar síntomas muy intensos. Este fenómeno es conocido en Estados Unidos como el efecto “Thanksgiving” porque es en este día festivo de noviembre cuando los estudiantes se reúnen con sus familias en sus hogares donde tienen los animales.

Si adquiero una mascota nueva y empiezo a notar síntomas de alergia o asma, ¿puedo intentar esperar y ver si desarrollo tolerancia?

Algunas personas alérgicas a una mascota llegan a tener menos síntomas después de convivir tiempo con ella. Y niños alérgicos, que notan síntomas cuando se exponen ocasionalmente a perros y gatos, a veces los toleran o tienen menos síntomas cuando adquieren una mascota y la exposición es continuada.

Sin embargo, la mayoría de las veces los síntomas se mantienen o se agravan y además no hay manera de averiguar con antelación qué personas llegan a ser tolerantes con el tiempo.

La estrategia de esperar y ver no se recomienda, sobre todo cuando los síntomas se van agravando, cuando se requiere más medicación o si el paciente empieza a notar asma.

¿Convivir con animales desde el nacimiento protege frente a padecer alergia?

Aún no está del todo claro si convivir con mascotas desde el nacimiento o en los primeros años de vida protege o supone un mayor riesgo de desarrollar alergia más adelante.

Numerosos estudios han analizado la relación existente entre la exposición a animales desde el nacimiento y en diferentes edades, y el desarrollo posterior de enfermedad alérgica respiratoria por animales u otros alérgenos. Los resultados de estos son contradictorios. Algunos encuentran que convivir con mascotas desde edad temprana protege de tener alergia, mientras que en otros no se afecta o se perjudica, aumentando el riesgo de asma. Estas discrepancias posiblemente estén en relación con diferencias en el diseño de los estudios o por factores de confusión, entre ellos, los diferentes patrones de exposición (tiempo, intensidad y modo), o el llamado sesgo de evitación selectiva, según el cual familias con alergia grave no están representadas en los estudios debido a que evitan tener mascotas por el miedo a desarrollar o agravar su enfermedad alérgica.

Una revisión de artículos publicados recientemente, incluidos estudios de cohortes desde el nacimiento, sugieren que la exposición temprana a los gatos y a los perros es probable que proteja del desarrollo posterior de enfermedades alérgicas.

Con respecto a los gatos, se ha postulado que la exposición en edades tempranas a niveles altos y mantenidos de alérgenos de gato, que permanecen suspendidos en el aire de las casas, produciría una respuesta inmune de tolerancia específica por anticuerpos IgG, similar a la que se obtiene en pacientes que reciben inmunoterapia con alérgenos.

La exposición temprana a perros parece que protege no solo de la sensibilización a los alérgenos de perro sino a la de otros inhalantes comunes. Se ha indicado que este efecto protector se debe al hecho de que estos niños están expuestos a una mayor concentración y diversidad de microbios, endotoxinas y otras sustancias bacterianas que actuarían como adyuvantes y modularían la respuesta inmune del niño, resultando en una menor incidencia de enfermedades alérgicas, como sucede en los niños criados en granjas con animales.

Los resultados de estos estos estudios varían según la edad de los niños estudiados, y de otros factores que pueden modificar este efecto protector.

Debido a que no hay una certeza completa con los datos disponibles hasta el momento, actualmente no se pueden establecer recomendaciones concretas sobre la conveniencia de adquirir o retirar una mascota de la casa con el único propósito de reducir el riesgo de desarrollar en el futuro una enfermedad alérgica en los niños.

¿Los animales pueden tener alergia?

En los últimos años, los veterinarios han visto un aumento en las alergias padecidas por animales de compañía, con especial interés aquellas patologías alérgicas que afectan a los gatos y a los perros. En los perros es más frecuente que se presente como dermatitis atópica, una enfermedad que afecta a la piel con prurito intenso que puede asociar parches con menos pelo. Los alérgenos que están frecuentemente implicados son los ácaros del polvo. Antes de llegar a este diagnóstico, deben descartarse otras enfermedades infecciosas de la piel como parásitos o infecciones cutáneas por hongos.

Los gatos y los caballos pueden presentar dermatitis atópica y asma, que en su mayoría se deben a alergia a pólenes. El asma llega a afectar entre el 1 % y el 5 % de los gatos, y habitualmente se presenta con síntomas de ahogo, dificultad para respirar, pitos al exhalar el aire, respiración rápida con la boca abierta, tos o incluso vómitos. El asma en los caballos se ha investigado, especialmente en los caballos de carreras, observando una respiración rápida y forzosa, con menor capacidad pulmonar en algunos de ellos. Ambas enfermedades se tratan con corticoides.

Resumen

Resumen

La alergia a los animales se produce por el contacto o la inhalación de pequeñas partículas de la caspa o de la orina que contienen los alérgenos responsables de causar los síntomas de rinoconjuntivitis, asma, urticaria de contacto e, incluso, de anafilaxia.

  • Se ha observado un aumento de la prevalencia de la alergia a animales en la última década, lo que constituye un gran problema sanitario, con un impacto notable en la calidad de vida de los pacientes y con grandes implicaciones económicas. Este aumento pudiera obedecer a una mayor exposición a los animales en una población con mayor predisposición a desarrollar enfermedades alérgicas.
  • La mayoría de los alérgenos conocidos, contenidos en las secreciones de los animales, pertenecen a la familia lipocalinas y a las albúminas, responsables en gran parte de que una persona alérgica a un animal también lo sea a otros animales con los que nunca tuvo contacto.
  • Los alérgenos de animales se transportan en partículas muy pequeñas que permanecen suspendidas en el aire y se distribuyen con mucha facilidad, sensibilizando a personas que nunca tuvieron animales y ocasionando síntomas en las personas alérgicas a ellos.
  • Los alérgenos de animales se transportan en partículas muy pequeñas que permanecen suspendidas en el aire y se distribuyen con mucha facilidad, sensibilizando a personas que nunca tuvieron animales y ocasionando síntomas en las personas alérgicas a ellos.
  • La inmunoterapia con alérgenos de animales debe considerarse en personas alérgicas en las que la exposición a animales es inevitable.
  • Aunque existen datos que abogan por un efecto beneficioso del hecho de convivir con animales de compañía en edades tempranas sobre la aparición posterior de alergia, los resultados de diferentes estudios son controvertidos, y actualmente no se pueden establecer recomendaciones adecuadas en la práctica clínica que pudieran tener un mayor impacto en la incidencia de las enfermedades alérgicas.

Preguntas y respuestas

Resumen

¿Es frecuente tener alergia a las mascotas?

Los animales domésticos son una causa frecuente de enfermedad alérgica respiratoria y su prevalencia va en aumento en todo el mundo.

El 40 % de los hogares españoles cuentan con al menos una mascota. En otros países europeos y en Estados Unidos este dato puede llegar a ser del 60 %, siendo los perros (33 %) y los gatos (23 %) las mascotas más frecuentes. En España hay cerca de 22 millones de animales domésticos censados (5 millones de perros, 3 millones de gatos, 14 millones de otros animales, incluidos canarios y otras aves, peces, pequeños mamíferos, anfibios y reptiles).

La alergia a las mascotas está ocasionada por proteínas que se encuentran en la saliva, la orina y en la caspa que se desprende de la piel del animal, y que se dispersan en el medio ambiente. Los síntomas de alergia a mascotas varían en intensidad, y van desde molestias leves oculares y nasales hasta episodios asmáticos que pueden constituir una amenaza para la vida de la persona alérgica.

En caso de alergia a una mascota lo recomendable es reducir la exposición a la misma en la mayor medida posible, por lo que se la retirará del domicilio. No obstante, la combinación de vacunas contra la alergia, los medicamentos antialérgicos y los cambios en el entorno de la vivienda a veces ayudan a controlar la alergia, y pueden llegar a hacer innecesario deshacerse de un animal querido.

¿Qué es la alergia a los animales?

La alergia a los animales consiste en la aparición de síntomas alérgicos con el contacto o inhalación de pequeñas partículas procedentes de un animal, llamadas alérgenos, que penetran en el organismo de la persona alérgica, dando lugar a una reacción inmunológica de hipersensibilidad. En ella participan anticuerpos IgE que, al reaccionar con dichos alérgenos, desencadenan la liberación de histamina y de otras sustancias químicas, lo que ocasiona una inflamación en la piel, en la mucosa nasal, ocular o bronquial, que derivará en los síntomas típicos de la reacción alérgica.

¿Cuáles son los animales que producen alergia?

Cualquier animal puede producir alergia, pero lo más habitual es que la produzcan mamíferos. En España, la alergia al perro es la más frecuente, seguida de la del gato, dado que son las mascotas más frecuentes. También producen alergia, aunque en menor medida: caballos, roedores, conejos y hurones.

Hay casos raros de alergia a anfibios y reptiles por sus escamas, como iguanas y lagartos. La alergia a animales puede ocurrir en el ámbito doméstico, pero también en el profesional, como es el caso de veterinarios, investigadores de laboratorio, granjeros, cazadores, peleteros, cuidadores de zoológicos y trabajadores de circos.

¿Las aves pueden también causar alergia? ¿los edredones de plumas pueden ocasionar alergia?

La alergia a las aves es poco común, a pesar de que hasta un 12 % de los hogares españoles tienen pájaros. Hay casos aislados de alergia por el uso de edredones y almohadas de plumas, aunque algunos de ellos se deben en realidad a una alergia a los ácaros que parasitan las plumas.

En relación con las aves, se ha descrito otra enfermedad respiratoria, distinta del asma, llamada neumonitis por hipersensibilidad, ocasionada por las plumas y los excrementos de las aves. Afecta sobre todo a criadores de palomas, y se manifiesta por tos seca, dificultad para respirar, escalofríos, fiebre y malestar general, que aparece entre 4-6 horas después de haber estado en contacto con las aves.

Existe otra enfermedad alérgica, llamada síndrome ave-huevo, que combina una alergia alimentaria a la yema de huevo o a la carne de pollo con una enfermedad respiratoria por las plumas de las aves, que se debe a una proteína, la seroalbúmina (Gal d 5). Estos pacientes toleran la clara de huevo, al revés de lo que sucede habitualmente en los niños alérgicos al huevo, en los que las proteínas de la clara de huevo son las responsables de su alergia.

¿Qué síntomas causa la alergia a los animales?

La alergia a animales puede producir los mismos síntomas que cualquier otra alergia respiratoria: síntomas oculares (picor de ojos, lagrimeo, enrojecimiento ocular), nasales (picor nasal, estornudos, mucosidad líquida, congestión), picor en paladar, de garganta y/o de oídos. Algunas personas pueden desarrollar síntomas de asma con tos seca, dificultad respiratoria, opresión torácica y silbidos en el pecho. Además, el contacto con el animal puede producir picor en la piel, hinchazón (más frecuente en los párpados) y habones en la zona de contacto, especialmente si se ha producido algún arañazo.

Se han descrito, de forma excepcional, reacciones alérgicas graves como consecuencia de mordeduras de roedores o conejos, a través de heridas en la piel o por jeringas y lancetas contaminadas con productos del animal. En estos casos, el alérgeno contenido en la saliva penetra en el torrente circulatorio y puede desencadenar una reacción de anafilaxia que podría comprometer la vida de la persona alérgica.

La exposición prolongada o repetida a un animal puede causar una inflamación continua en la vía respiratoria, que ocasiona síntomas crónicos, sin que estos estén ya claramente relacionados con el animal. Esta inflamación hace que la nariz y los bronquios sean más sensibles y reaccionen frente a otros estímulos, como el ejercicio, las infecciones respiratorias, el aire frío, la contaminación o el polvo, los cuales no causarían síntomas si no hubiera inflamación previa debida a la alergia.

¿Qué parte del animal es la responsable de producir alergia en las personas?

La alergia a los animales está causada por proteínas contenidas en las secreciones de sus glándulas sebáceas y salivares, y en sus excretas (orina), que quedan adheridas a la piel y caspa del animal (figura 1).

La caspa es la responsable principal de la alergia a los animales que se desprende en pequeñas partículas que permanecen flotando en el aire durante largos períodos de tiempo y que, al ser respiradas, desencadenan los síntomas. Por este motivo, las personas alérgicas pueden notar síntomas al permanecer en casas o lugares con mascotas, aunque no estén presentes en ese momento. Además, estas partículas se depositan con facilidad en el mobiliario de las casas y se adhieren fácilmente a la ropa y al pelo de las personas, transportándose y acumulándose en escuelas, transportes, edificios públicos y en casas donde nunca hubo mascotas. En estos lugares, los alérgenos pueden alcanzar niveles lo suficientemente elevados como para provocar síntomas en personas alérgicas, o bien sensibilizar a personas que nunca antes habían convivido con animales domésticos.

La saliva de las mascotas se adhiere a las alfombras, los muebles y la ropa. Cuando se seca se puede transmitir por el aire en pequeñas partículas de polvo. Además, pueden aparecer síntomas cuando alguien es lamido por el animal o si lo toca después de que se haya estado lamiendo.

Los alérgenos de los roedores (ratones, ratas, cobayas, hámsteres, jerbos, etc.) se encuentran fundamentalmente en la orina del roedor, y, en menor proporción, en la caspa, el pelo y la saliva. El polvo, el serrín o el lecho de las jaulas, queda impregnado de esta orina desecada y puede vehiculizar estos alérgenos en pequeñas partículas que se mantienen en el aire y se distribuyen por toda la vivienda o en zonas alejadas de los animalarios de los centros se investigación.

Figura 1. Causantes de alergia a los animales

Figura 1. Causantes de alergia a los animales

¿Es el pelo la causa de la alergia a los animales?

Al contrario de lo que se piensa, el pelo del animal no es la principal causa de la alergia, sino la caspa. Los alérgenos contenidos en la saliva y el sudor quedan adheridos a la capa más superficial de la piel y en el pelo (figura 2).

Como sucede en las personas, la piel de los animales se renueva continuamente y se desprende en escamas microscópicas que permanecen suspendidas en el aire y caen lentamente. Ante pequeños movimientos, vuelven a flotar y se mantienen en el aire durante largos períodos de tiempo. El pelo es de mayor tamaño que la caspa y se deposita en el suelo, con lo cual no permanece en el aire ni se respira.

Figura 2. Microscopía de alérgenos en la caspa y pelo Figura 2. Microscopía de alérgenos en la caspa y pelo

Figura 2. Microscopía de alérgenos en la caspa y pelo (Créditos, F. 46)

¿La alergia a los animales puede ser debida a otras causas que no sean el propio animal?

En ocasiones, no es el propio animal el causante de la alergia, sino otros factores asociados al animal o a su entorno, como la presencia de garrapatas, pulgas y otros insectos que lo parasitan. La proliferación excesiva de ácaros que se alimentan de la caspa del animal o de los hongos presentes en ambientes húmedos puede ser el origen de la alergia del paciente. También, el uso de insecticidas y productos químicos para su cuidado, o el propio alimento de los animales, como el alpiste, la linaza y los cañamones de la comida de los pájaros, o la larva roja de mosquito (quironómidos) utilizada como alimento de los peces de los acuarios pueden causar alergia. Todos estos factores deben ser tenidos en cuenta al estudiar la alergia a animales.

¿Se conocen las sustancias o alérgenos de los animales?

Actualmente no se conoce la totalidad de los alérgenos responsables de la alergia a los animales; es un campo de investigación en continuo crecimiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enumerado a día de hoy 36 alérgenos de mamíferos (www.allergen.org), que se clasifican en una serie de familias de proteínas: lipocalinas (la más frecuente), secretoglobinas, albúminas séricas, calicreínas y laterinas (tablas 1 y 2).

Los animales más estudiados son el perro y el gato. Hasta la fecha se conocen 9 alérgenos de perro (Canis familiaris) y 8 de gato (Felis domesticus), siendo Can f 1 y Fel d 1 los alérgenos principales de perro y gato, frente a los que reaccionan el 70-90 % y 80-90 % de los pacientes, respectivamente.

Se ha descrito un alérgeno de perro, Can f 5, presente solo en la orina y la caspa de los perros machos. Este alérgeno guarda similitud con el antígeno prostático específico del plasma seminal humano, de manera que se han descrito reacciones alérgicas al líquido seminal de los hombres en pacientes sensibilizados a Can f 5 durante las relaciones sexuales.

Alérgeno Fuente
Gato (Felix domesticus)
Fel d 1 Saliva, caspa
Fel d 2 Caspa, sangre, orina
Fel d 3 Saliva, caspa
Fel d 4 Caspa, saliva, orina
Fel d 5 Sangre
Fel d 6 Sangre
Fel d 7 Saliva, caspa
Fel d 8 Saliva, caspa
Perro (Canis familiaris)
Can f 1 Caspa, saliva
Can f 2 Caspa, saliva
Can f 3 Sangre, caspa, saliva
Can f 4 Caspa, saliva
Can f 5 Orina, caspa
Can f 6 Saliva, caspa
Can f 7 Caspa
Can f 8 Caspa
Can f 9 Caspa
Caballo (Equus caballus)
Equ c 1 Caspa
Equ c 2 Caspa
Equ c 3 Leche, carne, sangre, caspa
Equ c 4 Caspa, saliva, sudor
Vaca (Bos domesticus)
Bos d 1 Caspa
Bos d 2 Caspa
Bos d 3 Caspa
Bos d 8 Leche

Tabla 1. Alérgenos de animales: gato, perro, caballo y vaca

Alérgeno Fuente
Ratón (Mus musculus)
Mus m 1 Orina
Mus m 2 Caspa
Mus m 4 Sangre, orina
Mus m 7 Suero
Rata (Ratus norvegicus)
Rat n 1 Orina
Rat n 4 Sangre, orina
Rat n 7 Sangre
Conejo (Oryctolagus coniculus)
Ory c 1 Orina, caspa, sangre, saliva
Ory c 3 Caspa, orina
Ory c 4 Orina, caspa, sangre, saliva
Ory c 6 Sangre, orina
Cerdo de Guinea (Cavia porcellus)
Cav p 1 Orina, caspa
Cav p 2 Orina, caspa
Cav p 3 Orina, caspa
Cav p 4 Orina, sangre, caspa
Cav p 6 Orina, sangre, caspa

Tabla 2. Alérgenos de animales: roedores

¿Influye el sexo de los animales en la alergia?

El sexo de los animales sí puede influir en el desarrollo de la alergia en humanos. Por ejemplo, la síntesis de las lipocalinas (recordamos que son la mayoría de las proteínas alergénicas de los animales) está regulada por las hormonas sexuales de manera que los niveles aumentan en épocas de celo y se reducen con la esterilización de los animales.

En la alergia a los perros, existen personas alérgicas a Can f 5, una proteína específica de los machos. En los gatos machos también se ha identificado hasta tres veces mayor producción de Fel d 1, el alérgeno principal, que en las hembras. En ambos casos, la secreción de estas proteínas alergénicas disminuye con la castración del animal.

Otro ejemplo es la alergia a ratones y ratas de trabajadores de laboratorio en los cuales se ha relacionado un mayor riesgo de padecer alergia respiratoria con la exposición a roedores machos, puesto que estos secretan más alérgenos en orina que las hembras.

¿Los animales son una causa importante de alergia respiratoria?

Los animales domésticos, presentes en el 60 % de los hogares, son una causa frecuente de alergia respiratoria. Alrededor del 9 % de la población adulta en Europa está sensibilizada a la caspa de los animales, pero esta cifra aumenta hasta el 27 % si además hay alergia respiratoria.

En España, alrededor del 40 % de los pacientes que consultan por rinitis y/o asma conviven con animales. Según el estudio multicéntrico Alergológica realizado en nuestro país en 2015 en pacientes derivados a consultas de Alergología, el 21 % de los pacientes con rinitis y/o asma estaban sensibilizados a la caspa de perro y gato, siendo la tercera causa de alergia respiratoria después de los pólenes y los ácaros. En un estudio similar realizado en 1992 se hallaron cifras más bajas, del 15 %, lo que indica una tendencia en aumento desde ese período.

La exposición a otros animales, como caballos, vacas, pequeños mamíferos y otros animales exóticos también ocasiona alergia, aunque en menor frecuencia que con el perro y el gato. En particular, la alergia a roedores constituye un peligro para la salud en investigadores y trabajadores de animalarios, donde el 20-30 % puede llegar a sensibilizarse. Además, en casi todas las viviendas del casco urbano de algunas ciudades de Estados Unidos se detectan niveles muy elevados de alérgenos de roedores, los cuales se asocian al desarrollo de asma grave en los niños que las habitan. La frecuencia de sensibilización a alérgenos de ratón en esta población es del 10 al 20 %.

¿Hay alguna razón que explique el aumento en el número de personas alérgicas a las mascotas?

No se conocen por completo las causas por las que la prevalencia a la alergia a los animales ha ido aumentando en las últimas décadas. En parte se ha relacionado con la forma de vida actual de los países desarrollados, en la que cada vez se adquieren un mayor número de mascotas y se permanece más tiempo dentro de las viviendas. Estas suelen ser más pequeñas, se ventilan menos y cuentan con moquetas, alfombras y objetos que actúan como reservorios de estos alérgenos, de manera que la exposición es mucho mayor y más prolongada en una población ya de por sí con mayor tendencia a sufrir enfermedades alérgicas. Los alérgenos a animales además son muy ubicuos, y se acumulan en escuelas, transportes y locales, de modo que, en comunidades con un mayor número de mascotas, la exposición es más probable y frecuente, aunque no se conviva con el animal.

¿Cuál es el impacto de la alergia a animales sobre la calidad de vida de los pacientes?

La alergia a las mascotas, como cualquier alergia respiratoria, deteriora la calidad de vida de los pacientes, ya que puede conllevar irritabilidad, falta de concentración, disminución del rendimiento laboral y escolar, limitación del esfuerzo físico y alteración del sueño. Además, implica la necesidad de tratamiento y la asistencia a consultas médicas o servicios de urgencias, lo que conlleva una mayor inversión de tiempo y de recursos económicos. No solo afecta la calidad de vida de los pacientes, sino también la de sus familiares y allegados, pudiendo deteriorar la relación social entre los mismos.

Hasta un tercio de los pacientes sensibilizados a animales son profesionales involucrados en el cuidado de mascotas e investigadores que trabajan con animales, que llegan a perder hasta un 30 % de la jornada laboral por su alergia. Además, un 10 % de ellos desarrollan asma profesional.

¿Tener animales es un factor de riesgo para desarrollar rinitis y asma?

La alergia a perro y gato se considera un factor de riesgo importante para el desarrollo de rinitis y asma, y se asocia a asma grave en la infancia.

Cuanto mayor es la exposición a los animales en personas alérgicas a ellos, mayor es la probabilidad de que sufran síntomas y de que estos sean graves. Estas personas mejoran claramente cuando se trasladan a ambientes sin animales y cuando se desprenden de ellos.

Se ha demostrado que la gravedad de la enfermedad es mayor cuanto más intensa es la sensibilidad y a un mayor número de alérgenos presentes en el propio animal o en otros animales.

¿Se pueden tener síntomas alérgicos sin tocar o estar presente la mascota?

La caspa de los animales permanece flotando en el aire durante períodos de tiempo prolongados antes de depositarse y, como se ha mencionado anteriormente, son partículas que se adhieren fácilmente a la ropa y a diferentes muebles o superficies. Además, se transportan fácilmente por el aire y se dispersan de manera efectiva. Por este motivo, cuando una persona alérgica a los animales visita una casa en la que estos viven, aunque no estén presentes en ese momento, o está en contacto con una persona que convive con ellos, puede inhalar esas partículas y experimentar los síntomas.

En espacios abiertos también se pueden desencadenar los síntomas de alergia, como sucede a menudo en personas alérgicas a caballos cuando van a recintos como hipódromos, circos y ferias. Incluso simplemente cuando se acercan a un familiar que viene de montar a caballo y en cuya ropa o pelo lleva pegadas las partículas de caspa del animal.

¿Se puede ser alérgico a los animales aunque nunca los haya tenido?

Los alérgenos de los animales se dispersan con mucha facilidad por el aire o en la ropa en partículas diminutas, de manera que se depositan y acumulan en lugares como escuelas, transportes, edificios públicos, incluso en viviendas donde no hay animales. La cantidad de alérgenos presente en estos lugares es suficiente para poder sensibilizar a personas no alérgicas u ocasionar síntomas en quienes ya son alérgicos.

En algunas comunidades la presencia de roedores es frecuente, como sucede en Baltimore, donde se detecta alérgenos de ratón en hasta el 90 % de las viviendas de niños asmáticos, fundamentalmente en zonas deprimidas del casco urbano. Como son animales de hábitos nocturnos, a menudo no se ven, pero van dispersando su orina, que contiene los alérgenos, sobre todo por las cocinas y en otras estancias de la casa.

Si se tiene alergia a un animal, ¿se puede ser alérgico a otros animales de diferentes especies, aunque nunca se haya estado en contacto con ellos?

Sí, es común observar pacientes alérgicos a gato que también resultan estar sensibilizados a perros o caballos y viceversa. Las personas alérgicas a un determinado animal pueden padecer alergia a otros animales de diferente especie como consecuencia de una exposición inadvertida o por la existencia de reactividad cruzada entre los alérgenos de animales. La reactividad cruzada es una reacción inmunológica entre un anticuerpo (presente en las personas alérgicas) y distintos antígenos (proteínas alergénicas) que se parecen entre sí, es decir, que comparten una estructura similar o identidad parcial. Las albúminas representan la familia más importante de alérgenos responsables de reacción cruzada entre animales.

¿Se pueden tener pruebas alérgicas positivas a un animal y no tener síntomas al exponerse a él?

En las consultas de alergia no es infrecuente observar personas sensibilizadas a animales, con pruebas diagnósticas positivas a animales (test cutáneos o IgE específica), que sin embargo no recuerdan haber presentado síntomas alérgicos a esos animales.

Sensibilización significa que una persona ha desarrollado una respuesta inmunológica de hipersensibilidad IgE frente a un alérgeno en concreto. Alergia ocurre cuando esa respuesta inmune produce síntomas ante la exposición a ese alérgeno. En cualquier caso, en estos pacientes ya sensibilizados, el riesgo de desarrollar enfermedad alérgica es elevado y deben evitar adquirir o tener contacto con los animales.

¿Se puede tener alergia a unas razas de perros o gatos y no a otras?

Algunas personas refieren notar síntomas alérgicos ante determinadas razas de gato o perro mientras que toleran la exposición a otras.

Estudios realizados entre distintas razas de perros, gatos y caballos no encuentran diferencias con respecto a la cantidad de alérgenos, y no se ha descrito ningún alérgeno exclusivo de una raza. En otro estudio, no se encontraron diferencias en los niveles de alérgenos de perro, medidos en las muestras de polvo, de las casas habitadas por razas supuestamente “hipoalergénicas” con respecto a los hogares con otras razas de perro convencionales. Por lo tanto, cualquier raza puede ocasionar síntomas en personas alérgicas, y es independiente de la longitud o el color del pelo. No obstante, por razones no del todo conocidas, hay casos particulares de pacientes que toleran la presencia de un animal en concreto, habitualmente su propia mascota. Como ya se ha indicado, muchos de los alérgenos se producen en las glándulas sebáceas y salivares y se extienden sobre la caspa y el pelo. Algunas razas, incluso individuos dentro de la misma raza, pueden tener una menor secreción sebácea y desprender menos caspa y pelo, lo que causaría menos síntomas. Los animales viejos, además, aportan mayor cantidad de caspa por la sequedad cutánea.

¿La alergia a las mascotas puede aparecer en cualquier momento?

Sí, puede aparecer en cualquier momento de la vida. El desarrollo de la alergia a las mascotas, al igual que a otras alergias respiratorias, depende de la presencia de “atopia”, es decir, la susceptibilidad del paciente desde su nacimiento a desarrollar el tipo de reacción inflamatoria que caracteriza la alergia respiratoria, la alergia alimentaria y la piel atópica. Sin embargo, para desarrollar alergia a un animal, es preciso haber sido expuesto al mismo, ya sea de forma directa (por convivencia personal o laboral) o indirecta (por exposición a alérgenos animales suspendidos en el ambiente y en espacios públicos).

¿Cómo se diagnostica la alergia a los animales?

La prueba más habitual para el diagnóstico de la alergia a los animales es el prick-test. Para realizar esta prueba es necesario disponer de extractos comerciales de epitelios y orina de la mayoría de animales. En caso de no disponer de ellos, se puede realizar un prick con la muestra de pelo, caspa y orina del animal sospechoso.

Además, se dispone de métodos diagnósticos a nivel molecular, que determinan anticuerpos IgE frente a los alérgenos de los animales en el suero de los pacientes. Existen varios métodos, pero el más empleado es el sistema InmunoCAP® de Thermo Fisher.

Un prick-test o una prueba de IgE específica positiva solo implica estar “sensibilizado” al animal. Solo empleamos el término “alergia” si podemos correlacionar los resultados con los síntomas del paciente. En los casos en que las pruebas sean positivas pero la relación entre los síntomas y el animal no quede clara, se puede recurrir a las pruebas de provocación conjuntival, nasal y bronquial, con las que se pretende reproducir los síntomas del paciente al exponerlo a extractos del animal sospechoso. Estas pruebas deben hacerse en el medio hospitalario y solo en centros especializados.

¿En qué consiste el tratamiento de la alergia a los animales?

En primer lugar, se debe evitar su contacto, aunque retirar el animal de la vivienda no siempre es fácil, por el apego emocional. Además, cuando el animal se encuentra en el domicilio de familiares o amistades, o en el lugar del trabajo, evitarlo es prácticamente imposible. Aun así, debe procurarse no tocar el animal y lavarse las manos después de hacerlo.

La segunda recomendación es disminuir la carga de alérgenos del animal. Para ello existen varias estrategias:

  • Tener al animal fuera del domicilio o al menos evitar su entrada en el dormitorio. Aun así, esta última medida sería poco efectiva porque los alérgenos se dispersan por el aire.
  • Lavar al animal 1-2 veces por semana.
  • Limpiar minuciosamente la vivienda cada semana con aspiradores con filtros HEPA, principalmente en colchones, almohadas, muebles tapizados y cortinas, donde se depositan más los alérgenos de animales.
  • Ventilar la vivienda a menudo.
  • Instalar purificadores de aire con filtros HEPA.
  • Lavar la ropa que haya estado en contacto con los animales.
  • Aplicar una vez a la semana lociones comerciales para mascotas que reducen la caída de caspa.

En tercer lugar, se dispone del tratamiento farmacológico, que incluye: un antihistamínico oral, nasal o en colirio para reducir los síntomas de rinitis y/o conjuntivitis alérgica, y un corticosteroide en spray nasal para reducir la inflamación crónica de la mucosa nasal. Si el paciente sufre asma alérgica, el tratamiento incluye el uso de inhaladores de corticosteroides combinados con broncodilatadores inhalados para disminuir la inflamación bronquial.

Como se verá más adelante, se dispone de vacunas (inmunoterapia) para el tratamiento de algunas alergias a animales, como el gato, el perro y el caballo.

¿Qué debería hacer el paciente alérgico a un animal que no lo tiene en su casa?

Con respecto a las medidas encaminadas a reducir los contactos indirectos, los familiares y amigos que tienen animales deben conocer la alergia del paciente y abstenerse de llevar el animal a su casa. Debería evitarse, en la medida de lo posible, el contacto con personas que tienen animales, no ir a tiendas de mascotas u otros lugares donde pudiera haberlos. En la escuela se debería prohibir la presencia de animales en las clases y que los alumnos alérgicos no realizaran actividades o excursiones a granjas donde haya animales. Sería recomendable que los alumnos que conviven con mascotas llevaran la ropa recién lavada y que no haya estado en contacto con estas. Si las personas que conviven con el paciente trabajan con animales o han estado en contacto con ellos, como, por ejemplo, montando a caballo, deberían cambiarse la ropa y ducharse antes de volver a casa.

¿Funcionan los purificadores de aire en la alergia a animales domésticos? ¿hay algún aspirador con el que pueda limpiar la casa para no tener alergia a mi mascota?

La Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica (SEAIC) indica que los purificadores de aire con filtros HEPA (de alto rendimiento) y aspiradores logran filtrar la mayoría de las partículas ambientales de pequeño tamaño, por lo que pueden proporcionar un control ambiental adecuado para las personas alérgicas. Sin embargo, su rentabilidad es discutible dado que solo son útiles en espacios cerrados y existen medidas más económicas basadas en la limpieza regular del lugar de residencia o de trabajo.

¿Se puede prevenir la alergia a las mascotas?

Esta cuestión no es fácil de responder. Se sabe que hay una mayor probabilidad de desarrollar alergia a un animal si previamente hay antecedentes de atopia o asma. Aunque no se tenga alergia a animales desde el primer momento, siempre cabe el riesgo de que vaya apareciendo con el paso del tiempo. Por otro lado, hay personas sensibilizadas a animales que no llegan a desarrollar síntomas, pero no se puede predecir si estas personas seguirán tolerando vivir con un perro o con un gato. A la hora de adquirir una mascota se debe valorar en estos casos la repercusión que causaría el tener que deshacerse del animal más adelante.

Para prevenir esta clase de alergia podría ser útil convivir con mascotas a temprana edad. Algunos padres que esperan tener un hijo preguntan si es adecuado adquirir una mascota o deshacerse de ella antes del nacimiento, con el objeto de prevenir que su hijo desarrolle rinitis o asma alérgica en el futuro. El resultado de un metaanálisis en el que se analizaron estas cuestiones concluyó que no se debe aconsejar retirar o adquirir mascotas para la prevención primaria de la rinitis y el asma alérgica en niños. La decisión de adquirir mascotas no debe estar supeditada por la posibilidad de que un niño aún no nacido pueda desarrollar enfermedad alérgica en el futuro.

¿Existen vacunas para la alergia a animales? ¿son eficaces? ¿cuándo se usan?

Sí, existen “vacunas” para la alergia. Realmente reciben el nombre de “inmunoterapia”, y consisten en la administración de un extracto del alérgeno responsable a dosis progresivamente crecientes e intervalos regulares de tiempo, con el objetivo de inducir tolerancia al mismo. Es el único tratamiento en la actualidad que puede modificar la respuesta alérgica haciendo que el paciente adquiera una mayor tolerancia a los alérgenos de animales, disminuyendo los síntomas, la necesidad de medicación y logrando un mejor control de la enfermedad. Se dispone de vacunas sublinguales de administración diaria o subcutáneas de administración mensual, que se mantienen al menos durante tres años para conseguir una respuesta suficiente y mantenida en el tiempo.

Este tratamiento se recomienda en individuos alérgicos a animales en los que su exposición es inevitable (como veterinarios o trabajadores de laboratorio) o en aquellos pacientes que voluntariamente deciden no retirar el animal de la vivienda. En la actualidad existen inmunoterapias frente a gatos, perros y caballos, tanto por vía sublingual como subcutánea. Para animales de laboratorio (ratones, ratas y conejos) existen estudios no controlados con inmunoterapia que han demostrado cierta mejoría, aunque no se ha establecido si detienen la progresión de los síntomas y el deterioro en la función pulmonar en las personas que trabajan con ellos. Asimismo, existen ensayos controlados con placebo y en doble ciego con extractos de perro y gato por vía subcutánea que demuestran ser un tratamiento seguro y eficaz.

¿Existen razas de perros y gatos que no produzcan alergia o hipoalergénicas?

Se ha especulado que determinadas razas de perro y gato son menos alergénicas, porque tienen menos pelo, es más corto o se les cae menos, de modo que desprende menos alérgeno.

Entre las razas de gatos con menor capacidad de producir alergia se han incluido el Siberiano, el Devon, Cornish Rex, el Russian blue y el Siamés. Entre las razas de perro que desprenden menos pelo y caspa se han descrito, entre otras, el Terrier americano, el Yorkshire Terrier, el Schnauzer, los perros de agua (Español, Poodle, Caniche), el Galgo, el Samoyedo y el Airedale Terrier.

Desafortunadamente, no hay evidencia científica que confirme la existencia de estas razas “hipoalergénicas”. Casi todos los alérgenos se originan en la saliva y la secreción sebácea, y es en la caspa, y no en el pelo, donde más se acumulan. Por ello, aunque haya razas de perros o gatos sin pelo, los seguirá produciendo. Así los gatos Sphynk (esfinge) que no tienen pelo, ocasionan incluso más síntomas.

No obstante, puede haber animales que individualmente tengan un nivel mayor o menor de alérgenos y puedan causar menos síntomas de alergia que otros. Posiblemente las razas más pequeñas produzcan menos alérgenos por tener una menor superficie corporal. También se reduce considerablemente el nivel de alérgenos en los gatos y perros castrados, ya que su producción está aumentada por las hormonas sexuales.

Se han llevado a cabo intentos de crear gatos menos alergénicos modificando su ADN. Las compañías Indoor Biotechbologies y Felix Pets han realizado experimentos en los que eliminan el gen que produce el Fel d 1 y que causa la alergia. Sin embargo, obtener animales editados genéticamente es complicado, ya que el proceso puede implicar la clonación y manipulación de los embriones. Además, nadie sabe si los gatos sin Fel d 1 podrían crecer sanos.

Otras compañías han anunciado la creación de razas hipoalergénicas, sin modificación genética, creadas a partir de animales seleccionados por tener niveles más bajos de alérgenos. No obstante, estas compañías no proporcionan estudios que demuestren que se reduzca de forma efectiva los niveles de Fel d 1 en las casas con estos gatos. En 2009 la compañía Allerca anunció la comercialización de dos razas de gatos hipoalergénicos (Allerca GD y Ashera GD), creadas a partir de cruces de animales con variaciones génicas que daban lugar a proteínas menos alergénicas. En 2013, una investigación de la ABC descubrió que uno de estos gatos no era diferente de un felino normal y posteriormente la compañía desapareció.

Otros intentos novedosos para reducir la cantidad de alérgenos secretados por los gatos consisten en inmunizar a los animales contra su Fel d 1, o incluir en su alimentación anticuerpos específicos para Fel d 1. Recientemente, la marca Purina ha lanzado al mercado un alimento (Pro Plan LiveClear) basado en huevo de gallina que contiene estos anticuerpos contra Fel d 1. Al ser ingerido por el gato, neutraliza el Fel d 1 de la saliva y conseguiría disminuir su capacidad de producir alergia en los humanos. Este alimento ha demostrado ser seguro para la salud de los gatos y conseguir una reducción en la cantidad de Fel d 1 “activo” en los gatos que lo ingieren. Se necesitan estudios más amplios, a más largo plazo y ver si estos niveles se reducen lo suficiente como para no ocasionar síntomas en pacientes alérgicos.

¿Qué mascotas producen menos alergia?

La alergia a mamíferos es la alergia a animales más frecuente, siendo el perro y el gato la causa más común, seguidos de los roedores (ratones, conejillos de Indias, jerbos, hámsteres) y conejos. La alergia a las mascotas rara vez es causada por animales que no tienen pelo, como los peces y los reptiles.

La alergia a mamíferos es la alergia a animales más frecuente, siendo el perro y el gato la causa más común, seguidos de los roedores (ratones, conejillos de Indias, jerbos, hámsteres) y conejos.

La alergia a mamíferos es la alergia a animales más frecuente, siendo el perro y el gato la causa más común, seguidos de los roedores (ratones, conejillos de Indias, jerbos, hámsteres) y conejos. (Créditos, F. 47)

¿Es recomendable que un paciente alérgico al polen o a otros alérgenos ambientales adquiera una mascota?

Una persona con atopia presenta mayor predisposición a sensibilizarse y desarrollar enfermedad alérgica si está expuesta a otras partículas en el medio ambiente, como los alérgenos de animales.

En trabajadores de animalarios, los individuos atópicos desarrollan 3,35 veces más alergia a los roedores que los que no lo son, de manera que la atopia constituye un factor de riesgo. Una persona puede hacerse alérgica a su mascota con el paso del tiempo, y esto sucede con más frecuencia si esa persona ya es alérgica a los pólenes o a los ácaros. Otro problema añadido es la exposición, en las casas donde hay mascotas, a otros alérgenos como los ácaros o los hongos, que serían allí más abundantes. Aunque es una decisión personal adquirir una mascota, en estas circunstancias habría que valorar la repercusión que ocasionaría el tener que deshacerse del animal.

¿Es posible dejar de ser alérgico a un animal con el paso del tiempo?

Se sabe que cuanto mayor es la exposición a un alérgeno inhalado, mayor es el riesgo de sensibilizarse y desarrollar síntomas alérgicos.

Sin embargo, en el caso de alergia a los animales, se ha visto que la exposición continuada a niveles elevados de alérgenos de animales puede inducir una forma de tolerancia, de manera que la persona alérgica nota cada vez menos síntomas. La inhalación continuada de altas concentraciones de alérgeno en el aire actuaría de la misma manera que las vacunas, ocasionando una respuesta de anticuerpos IgG frente al alérgeno. Sin embargo, esta respuesta “protectora” puede disminuir rápidamente si cesa la exposición al animal, como ocurre al residir temporalmente fuera de la casa, de manera que, cuando regresan y vuelven a tener contacto con los animales pueden presentar síntomas muy intensos. Este fenómeno es conocido en Estados Unidos como el efecto “Thanksgiving” porque es en este día festivo de noviembre cuando los estudiantes se reúnen con sus familias en sus hogares donde tienen los animales.

Si adquiero una mascota nueva y empiezo a notar síntomas de alergia o asma, ¿puedo intentar esperar y ver si desarrollo tolerancia?

Algunas personas alérgicas a una mascota llegan a tener menos síntomas después de convivir tiempo con ella. Y niños alérgicos, que notan síntomas cuando se exponen ocasionalmente a perros y gatos, a veces los toleran o tienen menos síntomas cuando adquieren una mascota y la exposición es continuada.

Sin embargo, la mayoría de las veces los síntomas se mantienen o se agravan y además no hay manera de averiguar con antelación qué personas llegan a ser tolerantes con el tiempo.

La estrategia de esperar y ver no se recomienda, sobre todo cuando los síntomas se van agravando, cuando se requiere más medicación o si el paciente empieza a notar asma.

¿Convivir con animales desde el nacimiento protege frente a padecer alergia?

Aún no está del todo claro si convivir con mascotas desde el nacimiento o en los primeros años de vida protege o supone un mayor riesgo de desarrollar alergia más adelante.

Numerosos estudios han analizado la relación existente entre la exposición a animales desde el nacimiento y en diferentes edades, y el desarrollo posterior de enfermedad alérgica respiratoria por animales u otros alérgenos. Los resultados de estos son contradictorios. Algunos encuentran que convivir con mascotas desde edad temprana protege de tener alergia, mientras que en otros no se afecta o se perjudica, aumentando el riesgo de asma. Estas discrepancias posiblemente estén en relación con diferencias en el diseño de los estudios o por factores de confusión, entre ellos, los diferentes patrones de exposición (tiempo, intensidad y modo), o el llamado sesgo de evitación selectiva, según el cual familias con alergia grave no están representadas en los estudios debido a que evitan tener mascotas por el miedo a desarrollar o agravar su enfermedad alérgica.

Una revisión de artículos publicados recientemente, incluidos estudios de cohortes desde el nacimiento, sugieren que la exposición temprana a los gatos y a los perros es probable que proteja del desarrollo posterior de enfermedades alérgicas.

Con respecto a los gatos, se ha postulado que la exposición en edades tempranas a niveles altos y mantenidos de alérgenos de gato, que permanecen suspendidos en el aire de las casas, produciría una respuesta inmune de tolerancia específica por anticuerpos IgG, similar a la que se obtiene en pacientes que reciben inmunoterapia con alérgenos.

La exposición temprana a perros parece que protege no solo de la sensibilización a los alérgenos de perro sino a la de otros inhalantes comunes. Se ha indicado que este efecto protector se debe al hecho de que estos niños están expuestos a una mayor concentración y diversidad de microbios, endotoxinas y otras sustancias bacterianas que actuarían como adyuvantes y modularían la respuesta inmune del niño, resultando en una menor incidencia de enfermedades alérgicas, como sucede en los niños criados en granjas con animales.

Los resultados de estos estos estudios varían según la edad de los niños estudiados, y de otros factores que pueden modificar este efecto protector.

Debido a que no hay una certeza completa con los datos disponibles hasta el momento, actualmente no se pueden establecer recomendaciones concretas sobre la conveniencia de adquirir o retirar una mascota de la casa con el único propósito de reducir el riesgo de desarrollar en el futuro una enfermedad alérgica en los niños.

¿Los animales pueden tener alergia?

En los últimos años, los veterinarios han visto un aumento en las alergias padecidas por animales de compañía, con especial interés aquellas patologías alérgicas que afectan a los gatos y a los perros. En los perros es más frecuente que se presente como dermatitis atópica, una enfermedad que afecta a la piel con prurito intenso que puede asociar parches con menos pelo. Los alérgenos que están frecuentemente implicados son los ácaros del polvo. Antes de llegar a este diagnóstico, deben descartarse otras enfermedades infecciosas de la piel como parásitos o infecciones cutáneas por hongos.

Los gatos y los caballos pueden presentar dermatitis atópica y asma, que en su mayoría se deben a alergia a pólenes. El asma llega a afectar entre el 1 % y el 5 % de los gatos, y habitualmente se presenta con síntomas de ahogo, dificultad para respirar, pitos al exhalar el aire, respiración rápida con la boca abierta, tos o incluso vómitos. El asma en los caballos se ha investigado, especialmente en los caballos de carreras, observando una respiración rápida y forzosa, con menor capacidad pulmonar en algunos de ellos. Ambas enfermedades se tratan con corticoides.

Autores

Autores

Dr. Manuel de las Heras Gozalo

Médico especialista en Alergología. Servicio de Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Madrid

Dra. Blanca Barroso García

Médico especialista en Alergología. Servicio de Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Madrid

Dra. Marcela Valverde Monge

Médico especialista en Alergología. Servicio de Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Madrid

Índice de preguntas

Índice de preguntas

¿Es frecuente tener alergia a las mascotas?

¿Qué es la alergia a los animales?

¿Cuáles son los animales que producen alergia?

¿Las aves pueden también causar alergia? ¿los edredones de plumas pueden ocasionar alergia?

¿Qué síntomas causa la alergia a los animales?

¿Qué parte del animal es la responsable de producir alergia en las personas?

¿Es el pelo la causa de la alergia a los animales?

¿La alergia a los animales puede ser debida a otras causas que no sean el propio animal?

¿Se conocen las sustancias o alérgenos de los animales?

¿Influye el sexo de los animales en la alergia?

¿Los animales son una causa importante de alergia respiratoria?

¿Hay alguna razón que explique el aumento en el número de personas alérgicas a las mascotas?

¿Cuál es el impacto de la alergia a animales sobre la calidad de vida de los pacientes?

¿Tener animales es un factor de riesgo para desarrollar rinitis y asma?

¿Se pueden tener síntomas alérgicos sin tocar o estar presente la mascota?

¿Se puede ser alérgico a los animales aunque nunca los haya tenido?

Si se tiene alergia a un animal, ¿se puede ser alérgico a otros animales de diferentes especies, aunque nunca se haya estado en contacto con ellos?

¿Se pueden tener pruebas alérgicas positivas a un animal y no tener síntomas al exponerse a él?

¿Se puede tener alergia a unas razas de perros o gatos y no a otras?

¿La alergia a las mascotas puede aparecer en cualquier momento?

¿Cómo se diagnostica la alergia a los animales?

¿En qué consiste el tratamiento de la alergia a los animales?

¿Qué debería hacer el paciente alérgico a un animal que no lo tiene en su casa?

¿Funcionan los purificadores de aire en la alergia a animales domésticos? ¿hay algún aspirador con el que pueda limpiar la casa para no tener alergia a mi mascota?

¿Se puede prevenir la alergia a las mascotas?

¿Existen vacunas para la alergia a animales? ¿son eficaces? ¿cuándo se usan?

¿Existen razas de perros y gatos que no produzcan alergia o hipoalergénicas?

¿Qué mascotas producen menos alergia?

¿Es recomendable que un paciente alérgico al polen o a otros alérgenos ambientales adquiera una mascota?

¿Es posible dejar de ser alérgico a un animal con el paso del tiempo?

Si adquiero una mascota nueva y empiezo a notar síntomas de alergia o asma, ¿puedo intentar esperar y ver si desarrollo tolerancia?

¿Convivir con animales desde el nacimiento protege frente a padecer alergia?

¿Los animales pueden tener alergia?

Bibliografía

Bibliografía
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