EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Investigadores principales: José Capmany Francoy (Universitat Politècnica de València) y Andrés Macho Ortiz (Universitat Politècnica de València).
Miembros del equipo: Cristina Català Lahoz (Universitat Politècnica de València) y Pablo Martínez-Carrasco Romero (Universitat Politècnica de València).
DESCRIPCIÓN
La ciencia computacional combina la teoría de la información, la teoría de la computación y la tecnología para crear sistemas que procesan información de forma autónoma. Si bien la electrónica digital ha sido la piedra angular de este campo, se acerca hoy a sus límites físicos y tecnológicos. El equipo liderado por José Capmany y Andrés Macho ha desarrollado, dentro de la fotónica integrada programable (PIP, por sus siglas en inglés), “una manera de hacer computación con circuitos integrados fotónicos, es decir, con chips fotónicos o chips de luz”, según explica Capmany. El principal objetivo del proyecto es hacer computación utilizando la luz como fuente, para así aumentar significativamente la potencia de computación y procesar el máximo de información en los circuitos.
Esta nueva teoría de la información, que han denominado como información fotónica analógica (API, por sus siglas en inglés), busca crear sistemas de información basados en una nueva unidad de información: el bit analógico o anbit. “Cuando trasladamos información compleja, por ejemplo, el contenido de una pantalla de ordenador o de una imagen, necesitamos ser capaces de comprimir la, de manera que no haga falta enviar una gran capacidad de información u obstruir el canal. Gracias a la tecnología que desarrollamos, tenemos la posibilidad de transmitir de diez a cien veces más información utilizando los mismos recursos”, ilustra Andrés Macho. Además, subraya, utilizar luz como fuente de energía supone un ahorro considerable respecto al procesamiento electrónico de datos.
Para poder explotar directamente, de manera completa, esta forma de hacer computación, el equipo desarrollará toda una parte de conocimientos relativos a cómo se codifica y cómo se recupera la información que va a ser computada con los chips ópticos. Capmany precisa: “Se trata, primero, de una labor de adaptación: adaptamos la información a un formato que pueda transportarse por luz. Y luego, una vez realizada la computación, extraemos la información de manera fiable, es decir, sin errores”. Complementariamente, han propuesto una teoría computacional, denominada computación fotónica analógica (APC, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es aprovechar la PIP como plataforma computacional óptica independiente.