EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Investigadores principales: Carlos Olalla Martínez (Universitat Rovira i Virgili) y Àngel Cid Pastor (Universitat Rovira i Virgili).
Miembros del equipo: Francesc Guinjoan Gispert (Universitat Politècnica de Catalunya) y Oswaldo López Santos (Universitat Rovira i Virgili).
DESCRIPCIÓN
Un gran apagón dejó España a oscuras en abril de 2025; en apenas unos segundos se perdió más de la mitad de la electricidad que consumía el país y el sistema se desplomó. Aunque la investigación oficial aún no ha identificado una causa definitiva, los expertos coinciden en algo: la red eléctrica es hoy más vulnerable porque no se ha adaptado a la presencia cada vez mayor de la energía renovable y de la electrónica que la hace posible.
Un mes antes de ese fallo, un grupo de investigadores liderado por Carlos Olalla y Ángel Cid –ambos de la Universitat Rovira i Virgili– presentaron a la convocatoria Fundamentos el proyecto ACES-GRID, cuyo objetivo es reforzar la red con inversores inteligentes capaces de evitar un determinado tipo de fallo eléctrico antes de que se convierta en un apagón.
Una de las hipótesis del estudio es que existe un problema de fondo: que los inversores fotovoltaicos —dispositivos que transforman la energía solar para inyectarla en la red— se han diseñado pensando sobre todo en maximizar la eficiencia. Cuando se multiplican por miles, esas etapas de conversión pueden interactuar entre sí y generar armónicos y resonancias: fenómenos, imperceptibles a pequeña escala, que pueden propagarse y amplificarse hasta provocar reacciones en cadena. El proyecto busca analizar con precisión esas resonancias que, en ocasiones, desencadenan inestabilidades y hacen que los equipos se protejan apagándose.
Una de las claves está en dotar a los inversores de “inercia virtual”, algo parecido a tener un colchón de energía extra que se libera en milésimas de segundo para estabilizar el sistema. En las centrales hidráulicas, la masa de agua embalsada actúa como amortiguador natural frente a cambios bruscos. Las placas solares no tienen esa ventaja, pero los supercondensadores que propone ACES-GRID pueden imitarla a pequeña escala. “Queremos que los inversores dejen de ser simples convertidores de energía y pasen a ser estabilizadores activos”, explica Cid. Si lo consiguen, España y Europa podrían avanzar hacia un futuro mucho más renovable, con la tranquilidad de que la red será más robusta, incluso frente a tormentas técnicas como la que pudo haber originado el gran apagón de abril.
El plan de investigación incluye simulaciones avanzadas capaces de reproducir escenarios de inestabilidad similares a los que desembocan en un apagón; diseño de prototipos de inversores mejorados, probados en laboratorio con perturbaciones controladas; y colaboración con operadores eléctricos y fabricantes, para contrastar modelos con datos reales y validar hipótesis en entornos seguros.