EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Investigadores principales: Francisco Guinea López (Donostia International Physics Center, DIPC) e Iván Brihuega Álvarez (Universidad Autónoma de Madrid).
Miembros del equipo: Dario Bercioux (Donostia International Physics Center, DIPC); Deung-Jang Choi (Centro de Física de Materiales y Donostia International Physics Center, DIPC); Mikhail I. Katsnelson (Radboud University, Países Bajos y Constructor University, Alemania) y José Ángel Silva Guillén (IMDEA Nanociencia).
DESCRIPCIÓN
Este proyecto pretende crear materiales artificiales que tengan propiedades como la superconductividad, que sean útiles, por ejemplo, para construir ordenadores cuánticos. Aunque ya se exploran diversas plataformas para desarrollar este tipo de dispositivos, tanto desde la investigación académica como desde las grandes empresas tecnológicas, aún no hay una estrategia que domine sobre las demás. Por ello, este proyecto tiene por objetivo combinar la investigación teórica con la experimentación en el laboratorio para explorar el potencial de las redes de átomos individuales, en dos dimensiones, para controlar en un altísimo nivel de detalle las propiedades del material resultante.
“Si se pudieran fabricar materiales artificiales que combinaran las propiedades de varios materiales aparentemente muy diferentes, se conseguirían nuevas funcionalidades que irían más allá de lo que la naturaleza nos ofrece”, explica Francisco Guinea, investigador sénior en el Donostia International Physics Center y uno de los investigadores principales del proyecto.
Para ello, explorarán tres vías principales para construir las redes: átomos de hidrógeno empujados uno a uno sobre un sustrato que puede ser de grafeno o de otros materiales; puntos cuánticos fabricados a partir de pedazos de metal de tamaño nanométrico y ordenados para formar la red; o materiales bidimensionales ya existentes, como el grafeno, deformados.
Así, el equipo —coliderado por Iván Brihuega, profesor titular de Física de la Materia Condensada en la Universidad Autónoma de Madrid— aspira a construir una red bidimensional por la que la corriente eléctrica pueda pasar sin sufrir pérdidas, es decir, que sea superconductora. “Esta propiedad se ha observado en muchos materiales, pero sería muy interesante poder controlar a qué temperatura un material se vuelve superconductor”, argumenta Guinea. Esta red serviría de prueba de concepto, para, a medio plazo, perfeccionar la construcción de estas redes bidimensionales e incluso explorar cómo ampliarlas a tres dimensiones.