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David González Álvaro

Premio de Investigación Matemática Vicent Caselles

2018

Universidad de Friburgo, Suiza

CONTRIBUCIÓN

Todos hemos leído, o incluso pegado, anuncios de papel en algún tablón o en farolas. Pero, ¿qué pasa si intentamos pegar un anuncio en una pelota? El folio no se adaptará bien, se arrugará y habrá partes del anuncio que no se podrán leer. Esto indica que un folio (un plano) y una farola (un cilindro) son de alguna manera iguales, mientras que una pelota (una esfera) es  diferente. Detrás de estas observaciones se encuentra la noción matemática de curvatura, que introdujo y estudió Gauss hace doscientos años. La investigación de David González Álvaro (Madrid, 1988) se centra en comprender los objetos que se curvan como una esfera, aunque en dimensiones superiores.

En particular, González Álvaro ha conseguido algunos de los resultados más interesantes de los últimos años en la resolución del llamado problema inverso del alma en curvatura no negativa, un problema que lleva más de cuarenta años abierto.

«La curvatura viene dada por un número —explica—. Una esfera tiene todos los puntos iguales y tiene curvatura positiva, pero otros espacios, como el toro (un dónut), presentan por fuera puntos con curvatura positiva, aunque por dentro se curvan de otra manera, y eso se refleja en el hecho de que hay curvatura negativa. Se sabe desde hace muchos años que un toro no se puede deformar para conseguir curvatura positiva en todos los sitios, y ese es el tipo de resultado que intentamos probar en dimensiones superiores».

A González Álvaro le gusta de las matemáticas sobre todo el hecho de que con ellas «se puede probar que algo es verdad o es mentira». Su elección de carrera fue un proceso gradual, según refiere: «Era lo que mejor se me daba en el instituto y ha seguido siendo así a lo largo de los años», en una trayectoria ascendente a la que contribuye, afirma, el Premio Vicent Caselles.

Graduado y doctor en Matemáticas por la Universidad Autónoma de Madrid, realizó su tesis en 2016 bajo la dirección de Luis Guijarro y, después de un año como profesor ayudante en esta universidad, desde septiembre de 2017 tiene una plaza como investigador posdoctoral en la Universidad de Friburgo (Suiza).