Manuel Carranza García
PREMIO DE INVESTIGACIÓN SOCIEDAD CIENTÍFICA INFORMÁTICA DE ESPAÑA-FUNDACIÓN BBVA
Investigadores jóvenes en informática
2024
Por sus contribuciones en el campo de la inteligencia artificial, específicamente en temas relacionados con la conducción autónoma y el análisis de series temporales, además de su exitosa colaboración con empresas líderes del sector.
CONTRIBUCIÓN
Manuel Carranza García se interesó por la ingeniería de la mano de su padre: «Desde principios de siglo, él estaba muy interesado en todas las nuevas tecnologías que iban surgiendo, y me inculcó esa actitud curiosa por saber cómo funcionan las cosas —recuerda—. Esa inquietud ha sido la que luego me ha llevado a dedicarme a la investigación».
El joven investigador galardonado es profesor ayudante doctor en el Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Sevilla, y dedica su trabajo, enmarcado en el campo de la inteligencia artificial (IA), a mejorar la seguridad de los vehículos autónomos. Para ello emplea métodos que intentan detectar de forma precisa los distintos participantes del tráfico, como peatones, ciclistas u otros vehículos, mediante la información de distintos sensores con el objetivo de mejorar la movilidad de las personas y reducir accidentes de tráfico.
También investiga en el desarrollo de sistemas que permitan detectar y predecir fallos en plantas tanto solares como eólicas. «Hemos intentado que estas plantas solares y eólicas mejoren su rendimiento y su productividad para conseguir que se haga un uso más eficiente y sostenible de la energía», explica.
Carranza, en todo caso, es plenamente consciente de los desafíos que afronta actualmente la IA. «El reto más importante —señala— es tener una legislación acorde con el tiempo que estamos viviendo y que permita desarrollar una inteligencia artificial responsable, teniendo en cuenta los fines malintencionados que pueda tener».
Además, aboga por una IA explicable, de tal manera que cuando un algoritmo tome una decisión, pueda justificar de forma comprensible el razonamiento que le ha llevado a adoptarla, y considera que esta faceta sería especialmente interesante a la hora de aplicar la IA a la medicina. «Todos los avances que vamos consiguiendo —resalta el joven investigador premiado— pueden ir transformando y mejorando la calidad de vida de las personas, y eso es una fuente de inspiración y de motivación muy fuerte».
«La informática en el siglo XXI es como la electricidad en el siglo XX: va a transformar profundamente la sociedad en la que vivimos. Desde encontrar curas para enfermedades que hoy en día son incurables hasta cuidar de nuestros mayores, los coches autónomos, las energías limpias, son muchos los campos en los que va a tener un impacto fundamental», concluye.