Rubén Medina Sabino
PREMIO DE INVESTIGACIÓN MATEMÁTICA VICENT CASELLES
Premios Vicent Caselles
2025
Universidad Pública de Navarra
CONTRIBUCIÓN
«El matemático —sostiene Rubén Medina Sabino (Pamplona, 1997)— se encuentra en lo más profundo del conocimiento científico». Este joven investigador galardonado, actualmente profesor ayudante doctor en la Universidad Pública de Navarra, compara su trabajo al de un minero que se dedica a «picar piedra y sacar hierro» sin tener muy claro para qué exactamente servirán sus esfuerzos, pero sabiendo que se trata de una labor imprescindible para sembrar los cimientos del futuro desarrollo científico y tecnológico.
Tras finalizar el grado en Matemáticas y el máster en Física y Matemáticas en la Universidad de Granada en 2020, obtuvo el doctorado en 2024 en el programa internacional conjunto que este mismo centro mantiene con la Universidad Técnica Checa de Praga. La investigación desarrollada en su tesis se centra en cuestiones centrales del análisis funcional, un campo al que ha aportado «excepcionales contribuciones», según ha destacado el jurado que le ha concedido el Premio Vicent Caselles.
El análisis funcional, explica Medina, analiza las propiedades geométricas no del espacio tridimensional en el que vivimos habitualmente y conocemos de forma intuitiva, sino de espacios con infinitas dimensiones. Se trata de espacios «donde las reglas del juego cambian completamente, porque el infinito siempre se comporta de una manera muy extraña, muy antiintuitiva, probablemente porque nada en la vida real es infinito y entonces el cerebro no está dispuesto a aceptar muchas de las cosas que ocurren ahí».
Aunque estos espacios con dimensión infinita podrían parecer un ámbito imaginativo de especulación matemática pura, sin aplicación posible en el mundo real, Medina resalta que son muy relevantes para resolver problemas de optimización, en los que se busca la mejor solución posible para lograr un determinado objetivo: «Por ejemplo, si quieres enviar un cohete de la Tierra a la Luna gastando el mínimo combustible posible, entonces tu variable ahí es una función que asigna a cada instante de tiempo cuánto le tienes que apretar al acelerador. En este caso, tienes que resolver un problema de optimización, donde el espacio en el que te mueves es infinito-dimensional».
El joven galardonado reconoce que investigar en matemáticas es un trabajo muy duro y frustrante: «Como decía uno de mis profesores, es como encontrarte en una habitación vacía con una mosca y que te pongan unos tapones en los oídos, te tapen los ojos y te pidan que atrapes al insecto». Al mismo tiempo, sin embargo, considera que no hay nada más motivador que «el momento del clic, en el que se te enciende la bombilla y solucionas un problema que nadie había logrado resolver hasta ese momento».