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Aumentan las críticas hacia la Unión Europea y su gestión de la crisis económica

A partir del duodécimo estudio anual Transatlantic Trends, es posible identificar en el seno de Europa dos grupos de países: el primer grupo, entre los que destacan Suecia y Alemania, constituyen países cuyos entrevistados se sienten menos afectados por la crisis económica y valoran más favorablemente la gestión económica tanto a nivel nacional como europeo; y un segundo grupo de países, entre los que destacan España, Portugal e Italia, cuyos entrevistados se sienten personalmente más afectados por la crisis, la valoración de la gestión económica nacional y europea es más desfavorable, y el deterioro de la imagen de la UE, en general, es más notorio.

18 septiembre, 2013

Transatlantic Trends 2013 es un exhaustivo estudio anual de la opinión pública estadounidense y europea desarrollado por el German Marshall Fund de Estados Unidos (GMF) y la Compagnia di San Paolo, con la colaboración de la Fundación BBVA, la Fundación Barrow Cadbury Trust, la Fundação Luso-Americana, la Fundación Communitas y el Ministerio de Asuntos Exteriores sueco. El estudio se ha llevado a cabo en Estados Unidos, Turquía y 11 estados miembros de la Unión Europea: Alemania, Eslovaquia, España, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumanía y Suecia. Las encuestas fueron realizadas por TNS Opinion entre el 3 y el 27 de junio de 2013. En Turquía, las entrevistas fueros suspendidas una semana y se completaron el 2 de julio.

 

 

Si bien los europeos continúan apoyando a la UE en su conjunto, se acentúan las opiniones críticas sobre su gestión económica: aumenta el rechazo a otorgarle mayor autoridad a la UE en las políticas económicas y presupuestarias de cada estado miembro, aumenta la visión negativa sobre el efecto del euro en la economía – aunque la mayoría no quiere abandonarlo- y existe una importante división respecto a la valoración de cómo ha gestionado la UE la crisis económica en Europa. Asimismo, aunque la opinión positiva sobre la UE sigue siendo mayoritaria en todos los países, se ha reducido significativamente en algunos de ellos, siendo especialmente destacable el deterioro de su imagen en España y Portugal.

Respecto al fenómeno de la inmigración, están divididos entre países y en el seno de cada país respecto a si la inmigración es un problema o una oportunidad. A ambos lados del Atlántico, expresan una visión diferenciadora de la inmigración ilegal y legal (preocupados por la primera y no por la segunda). Asimismo, predomina la percepción de que los inmigrantes se están integrando bien en la sociedad y, mejor aún, es la valoración de la integración de los hijos de los inmigrantes nacidos en el país. En los últimos dos años, en España, ha disminuido significativamente la percepción de la inmigración como un problema, y en la actualidad 8 de cada 10 españoles están preocupados por el fenómeno de la emigración.

Europeos y estadounidenses continúan expresando una imagen favorable entre sí: los europeos siguen considerando deseable el liderazgo de EE.UU. en los asuntos mundiales y tienen una imagen positiva de este país, al tiempo que los estadounidenses también consideran deseable que la UE ejerza un fuerte liderazgo y tienen una opinión favorable de la misma. A ambas orillas, sin embargo, predomina la percepción de que no es deseable un liderazgo fuerte ni de China ni de Rusia en los asuntos internacionales (los europeos lo consideran menos deseable que los estadounidenses), al tiempo que la imagen que tienen de China y Rusia es predominantemente negativa.

Aunque perduran las diferencias entre Estados Unidos y Europa respecto a las actitudes generales hacia el uso de la fuerza, se mantiene la tendencia a converger respecto a algunos asuntos específicos en materia de seguridad: continúan percibiendo que la OTAN es fundamental para la seguridad de sus países, coinciden en que deben mantenerse al margen de la intervención en Siria, están de acuerdo respecto a que su país contribuya a mantener algunas tropas para formar al ejército y policía afgana, una vez finalizada la misión de combate en Afganistán,, entre otras cuestiones. Asimismo en la mayoría de los países de la UE se valora de forma más positiva la gestión de Obama en los asuntos internacionales que la de sus respectivos gobiernos.

“Los doce años reflejados por el estudio Transatlantic Trends han sido tiempos complejos tanto para Europa como para Estados Unidos, marcados por la importante división acerca de la intervención de Estados Unidos en Irak, el papel de la alianza en Afganistán, y la crisis económica global”, comenta el presidente del GMF Craig Kennedy. “Sin embargo, los resultados de este año muestran que seguimos estando de acuerdo en principios comunes”.