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“Nuestro big bang podría ser uno entre mil millones”, afirma Martin Rees

El último descubrimiento-bomba de la astrofísica, la reciente detección de ondas gravitacionales llegadas directamente del big bang, nos permitirá retroceder hasta apenas un nanosegundo después del origen del universo o incluso más atrás aún, si efectivamente se confirma. Lo explica hoy el astrofísico y cosmólogo británico Martin Rees en la Fundación BBVA, en Madrid, quien además vincula este hallazgo con la posibilidad de que nuestro universo no sea único: “Nuestro big bang podría ser uno entre mil millones; uno de los retos de la física del presente siglo será aclarar esta cuestión”, afirma. Su conferencia es el cierre de la tercera edición del exitoso ciclo de astrofísica y cosmología.

16 mayo, 2014

Rees, profesor emérito de Cosmología y Astrofísica de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), Astrónomo Real desde 1995 y divulgador de gran prestigio, hace en su intervención un amplio recorrido por los avances en astrofísica en las últimas décadas, a la vez que reflexiona sobre los grandes cambios en nuestra visión del universo impulsados por el nuevo conocimiento. Por ejemplo: en poco tiempo hemos pasado de considerar el sol una estrella peculiar por el hecho de tener planetas, a saber que la mayoría de las estrellas los tienen.

“Tal vez estemos obligados a hacer otro cambio conceptual análogo pero a una escala mucho mayor aún”

“Tal vez estemos obligados a hacer otro cambio conceptual análogo pero a una escala mucho mayor aún”

, dice Rees; “quizás nuestro big bang tampoco sea único, no más de lo que lo es nuestro sistema planetario”. Su conferencia se titula De Marte al multiverso, un abordaje que le permite sobrevolar los temas tocados en las demás conferencias del ciclo.

Rees (Reino Unido, 1942) compartió director de tesis con Stephen Hawking; pero al contrario que este se centró sobre todo en las observaciones. Sus aportaciones han sido cruciales en la definición de nuestra visión del cosmos. Su trabajo tuvo, por ejemplo, un papel clave a la hora de demostrar que la teoría del universo estacionario, en su día la gran competidora del big bang, era errónea. Rees también ha contribuido a entender la formación de las galaxias y de las primeras estrellas. Y fue de los primeros en proponer que la fuente que nutre de energía los cuásares -galaxias muy brillantes- son los inmensos agujeros negros en sus núcleos.

Rees es además autor de obras de divulgación -como Nuestra hora final: ¿será el siglo XXI el último de la humanidad? (2004); Nuestro hábitat cósmico (2002) o Seis números nada más (2001), entre otras- en las que desarrolla su provocadora visión de un universo lleno de otras formas de vida, o de que cuando nuestro sol muera, dentro de más de 5.000 millones de años, la humanidad habrá sido sin duda reemplazada por una especie post-humana.