La Fundació Joan Miró presenta la exposición Miró y los Estados Unidos
La Fundació Joan Miró ha presentado la exposición Miró y los Estados Unidos en un acto presidido por Carlos Torres, Presidente de la Fundación BBVA, junto a Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA; Sara Puig, presidenta de la Fundación Miró; Marko Daniel, director de la Fundació Miró; Xavier Marcé, concejal y Vicepresidente del Instituto de Cultura de Barcelona; Jaume Collboni, alcalde de Barcelona; y Joan Punyet, nieto de Joan Miró. La muestra narra una historia poco conocida: el papel clave que tuvieron los Estados Unidos en la trayectoria de Joan Miró y en la historia del arte del siglo XX. La exposición, que se enmarca en la celebración de los cincuenta años de la Fundació Joan Miró, se podrá visitar en Barcelona del 10 de octubre de 2025 al 22 de febrero de 2026 y cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA. Miró y los Estados Unidos reúne una extraordinaria selección de pinturas, dibujos, esculturas, grabados, filmes y material de archivo procedentes de colecciones americanas y europeas. La exposición ha sido comisariada por Marko Daniel y Matthew Gale con Dolors Rodríguez Roig (Fundaciò Joan Mirò) en colaboración con Elsa Smithgall (The Phillips Collection, Washington D. C.).
9 octubre, 2025
Miró y los Estados Unidos es una exposición inédita y reveladora que pone de relieve la relación intensa, bidireccional e intergeneracional entre Joan Miró y el arte norteamericano. Es bien sabido que muchos artistas norteamericanos se inspiraron en Miró, pero no lo es tanto que él también se sintiera estimulado por el arte norteamericano, especialmente por la pintura gestual y de acción y por los grandes formatos. El intercambio y el flujo creativo atravesó continentes y generaciones, y constituye uno de los hilos conductores de la exposición, que se enmarca dentro de la conmemoración de los cincuenta años de la Fundació Joan Miró. Más allá del arte, y viniendo de una España abatida por la dictadura franquista, los Estados Unidos representaban para Miró un país de grandes horizontes abiertos, de esperanza, democracia, futuro y posibilidades infinitas.
Un diálogo artístico decisivo
Miró y los Estados Unidos es una exposición singular, pues propone una nueva lectura de Miró dentro del arte moderno, una lectura que pone el contexto norteamericano en el centro. Es decir, en vez de fijarse en el contexto francés, esencial para entender su producción de los años veinte y treinta, la muestra sitúa los Estados Unidos como un territorio clave para entender la evolución del lenguaje artístico de Joan Miró, su reconocimiento internacional y los vínculos con otros creadores. Los Estados Unidos permitieron a Joan Miró desarrollar proyectos públicos de gran alcance —como Luna, sol y una estrella, realizado en Chicago—, que en aquel momento eran inviables en España. El entorno abierto y experimental de los Estados Unidos facilitó que Miró consolidara su libertad creativa y su reconocimiento internacional.
Por eso, la exposición muestra los momentos clave de la trayectoria de Miró en EE. UU: ambas retrospectivas en Nueva York (1941 y 1959) y las siete visitas que realizó entre 1947 y 1968, así como el papel fundamental de su marchante, Pierre Matisse, y el apoyo de varias instituciones y coleccionistas estadounidenses.
Esta exposición es un acontecimiento único, puesto que exhibe 138 obras procedentes de colecciones americanas y europeas, y también del mismo fondo de la Fundació Joan Miró, tanto de Miró como de una cuarentena de artistas. La selección se basa en conexiones conocidas y en relaciones de admiración intergeneracional, como por ejemplo Louise Bourgeois, Alexander Calder, Helen Frankenthaler, Lee Krasner, Arshile Gorky, Alice Trumbull Mason, Jackson Pollock y Mark Rothko, entre muchos otros. Esta conversación artística pone en evidencia que el legado de Miró sigue vivo.
El presidente de la Fundación BBVA, Carlos Torres, y el director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo, posan con investigadores y creadores beneficiarios de las Becas Leonardo en Cataluña y con representantes de instituciones catalanas apoyadas por la Fundación BBVA. De izquierda a derecha: Elena Garralda, directora de la Unidad de Investigación en Terapia Molecular del Cáncer del VHIO; Jezabel Curbelo, becaria Leonardo en Matemáticas; María Ángeles García-Ferrero, Premio de Investigación Matemática Vicent Caselles; Xavier VIVES, profesor emérito de Economía de IESE Business School; Victoria Vanasco, becaria Leonardo en Economía; Leticia Tarruell, becaria Leonardo en Física; Sònia Boadas, becaria Leonardo en Humanidades; Eva Colas, becaria Leonardo en Biomedicina; Gissell Estrada, becaria Leonardo en Matemáticas; Alejandro Piris, director del Área de Coordinación Científica del VHIO; Marta Domènech Rodríguez, becaria Leonardo en Ingenierías; Carlos Torres, Presidente de la Fundación BBVA; Sara Puig, presidenta de la Fundación Miró; Joan Elías, catedrático de Álgebra en la Universitat de Barcelona; Albert Cirera, becario Leonardo en TIC; Raquel García Tomás, becaria Leonardo en Música y Ópera; Víctor García de Gomar, director artístico del Gran Teatre del Liceu; Marta Sanz-Solé, catedrática de la Universitat de Barcelona; Manuel Delfino, Director del Port d’Informació Científica; José García Montalvo, catedrático de Economía en la UPF; Francesc Posas, director del IRB Barcelona; y Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA.
La exposición, basada en años de investigación, reexamina, a través de la selección de artistas que forman parte de ella, las narrativas consolidadas sobre la posición de Joan Miró en la historia del arte. A través de diferentes ámbitos, Miró y los Estados Unidos narra esta relación entre Miró y cuarenta y nueve artistas contemporáneos de varias generaciones. Pero la muestra incluye también a numerosos artistas que, aun sin ser originarios del país, se trasladaron o pasaron una temporada allí para desarrollar parte de su trayectoria artística. Empujados por la inmigración, el exilio, la búsqueda de oportunidades o el intercambio cultural, estos creadores contribuyeron de forma decisiva a configurar una escena artística norteamericana diversa y profundamente internacional.
Aunque se ha convertido en un lugar común, el desplazamiento del centro mundial del arte de París a Nueva York es un hecho fundamentado históricamente. La convulsión global de la Segunda Guerra Mundial provocó el exilio de numerosos artistas e intelectuales europeos hacia los Estados Unidos y favoreció la emergencia del expresionismo abstracto norteamericano. Este cambio geopolítico y cultural fue analizado de manera pionera por Serge Guilbaut en How New York Stole the Idea of Modern Art (1985), donde argumenta cómo Nueva York se apropió del liderazgo simbólico del arte moderno.
Miró fue testigo y protagonista del desplazamiento de la capitalidad artística de París a Nueva York durante los años convulsos de la Segunda Guerra Mundial y el periodo inmediatamente posterior. Aquella reconfiguración geopolítica y cultural, que podía parecer lejana, resuena hoy con una urgencia y una actualidad que hace solo unos años habríamos considerado inimaginables. Uno de los grandes alicientes de Miró y los Estados Unidos es la propuesta curatorial, que pone en diálogo por primera vez obras y artistas nunca explorados conjuntamente hasta ahora, y revela conexiones inéditas entre Miró y la escena artística norteamericana. Además, la exposición ofrece al público la oportunidad excepcional de ver obras que no se habían mostrado nunca en el Estado, como Las estaciones, de Lee Krasner, prestada por primera vez por el Whitney Museum.
Otro hecho destacado de la exposición es la presencia de Pintura mural, 20 marzo 1961 (1961), una obra monumental que se expuso en los años sesenta en varias ocasiones: en 1961, en la Galerie Maeght de París y en la Pierre Matisse Gallery de Nueva York, y en 1964, en Londres y Zúrich, en el marco de la retrospectiva dedicada a Miró por Roland Penrose. Desde entonces, y después de que Josep Lluís Sert donara el mural a los Harvard Art Museums, esta es la primera vez que autorizan su préstamo para una exposición en Europa, lo que convierte su presencia en Miró y los Estados Unidos en un acontecimiento realmente excepcional.
Por otro lado, y de manera inédita, se exhibirán por primera vez de forma conjunta las dos primeras obras que Miró expuso en los Estados Unidos: Le Renversement (1924) y Pintura (1926), presentadas originalmente en el Brooklyn Museum.
Obras, intercambios y conexiones inéditas
En el marco de Miró y los Estados Unidos, la Fundació Joan Miró presenta los 22 pochoirs sobre papel, datados de 1959, de las Constelaciones. Igual que las Constelaciones originales, fueron concebidos por Miró con la voluntad de que pudieran contemplarse por ambas caras. Si bien estas piezas se han expuesto anteriormente en otros contextos, es la primera vez que se muestran según esta concepción original de doble cara, tal y como había previsto el artista. Se trata de una apuesta curatorial inédita que recupera su intención original y ofrece al público una nueva lectura de la libertad formal y el espíritu experimental que definen su trabajo.
A todo eso se suman sorprendentes diálogos con artistas norteamericanos como Janet Sobel —con Ilusión de solidez (1945), precursora del dripping— y Jackson Pollock, de quien se exhibe Número 14. Además, una de las obras culminantes de la exposición es Las estaciones, de Lee Krasner, una pieza de dimensiones imponentes y de un impacto visual y emocional sublime, que viaja por primera vez al Estado. La exposición también visibiliza artistas mujeres que tuvieron que firmar con nombres masculinos para ser reconocidas, como Henrietta Myers (Peter Miller) o Corinne Michelle West (Michael West).
Horizontes expandidos
La exposición Miró y los Estados Unidos llega en un momento especialmente oportuno y cubre una necesidad clara dentro del relato artístico del artista. Nos transporta a otro tiempo y lugar —lleno de luz, curiosidad y riesgo—, en que el arte era una apuesta valiente por un futuro mejor. En medio de un siglo XX marcado por la represión y la inestabilidad, el contacto con los Estados Unidos representó para Joan Miró una fuente de energía creativa y de apertura, un horizonte democrático y dinámico lleno de oportunidades artísticas.
Miró se implicó activamente en el diálogo con el tejido artístico norteamericano, que se convirtió en un lugar de inspiración y transformación. Este intercambio fecundo no solo renovó su trayectoria, sino que también reafirmó su capacidad de conectar con un mundo en movimiento, lleno de contrastes y posibilidades. La exposición nos invita, así, no solo a mirar atrás, sino a avanzar con esperanza, a seguir tomando riesgos, y a creer en la fuerza del arte como herramienta de cambio y expansión de horizontes.
La exposición Miró y los Estados Unidos, coorganizada con The Phillips Collection de Washington, podrá verse también en The Phillips Collection (Washington) del 21 de marzo al 5 de julio de 2026.