El Informe EEAG 2014 de CESifo recomienda más cohesión y mantener la disciplina fiscal y regulatoria para apuntalar el crecimiento de las economías europeas
Apoyar la cohesión entre los estados miembros y mantener la disciplina fiscal y regulatoria son cruciales para la Unión Europea, de acuerdo con el informe anual The EEAG Report on the European Economy elaborado por el Grupo Consultivo de Economía (EEAG por sus siglas en inglés) de CESifo. Los autores del informe señalan que la economía de la UE en 2013 se comportó mejor, favorecida por la rebaja de las medidas de austeridad fiscal y la disminución de la incertidumbre sobre su futuro. No obstante subrayan una recuperación muy desigual entre sus estados miembros.
5 marzo, 2014
La presentación del decimotercer informe de EEAG para España ha tenido lugar un año más en la Fundación BBVA, con una exposición a cargo de dos de sus autores, John Driffill, catedrático de Economía de Birkbeck College de la Universidad de Londres, y Akos Valentinyi, presidente del grupo EEAG, y profesor de Economía en Cardiff Business School (Reino Unido).
Como ya sostenían los autores en el informe previo, la raíz del problema de los países periféricos de la UE está en la falta de competitividad y en una débil demanda interna. Las reformas estructurales necesarias avanzan muy lentamente debido a la resistencia sociopolítica, a la llegada de generosos fondos europeos de ayuda, a la relajación de objetivos de política fiscal, así como a las medidas del Banco Central Europeo para reducir la prima de riesgo. Aunque se redujo la crisis de deuda soberana y bancaria, no ha quedado resuelta, y alertan de que continúan creciendo los niveles de deuda pública y privada de algunos países como Chipre, Grecia, Italia, Portugal y España. A menos que se recupere la competitividad, los expertos aseguran que es sólo una cuestión de tiempo que algunos de estos países no puedan afrontar el pago de su deuda externa.
Pese a todo, las previsiones de CESifo para este año son optimistas. La Unión Europea crecerá en 2014 un 1,2 por ciento y un 0,7 por ciento la zona euro. La buena evolución del comercio exterior y el aumento del consumo e inversión, actuarán como motores del crecimiento. El empleo también repuntará levemente, después de estar cayendo desde mediados de 2011. No obstante su impulso será insuficiente para reducir el 12,2 por ciento de desempleo previsto en la eurozona y el 10,8 por ciento en la UE.
En algunas de las debilitadas economías europeas la inflación se situará por debajo del objetivo para este año del Banco Central Europeo, fijado en el 2 por ciento. En el conjunto de la zona euro se estima que llegará al 1,1 por ciento, mientras que en la Unión Europea subirá al 1,3 por ciento.
El informe confirma que la brecha económica entre los países socios seguirá agrandándose. Mientras que las economías de Grecia, Chipre, Eslovenia e Italia seguirán contrayéndose, las de Bélgica, Malta, Austria, Dinamarca, Alemania, Suecia, Irlanda, Luxemburgo, Reino Unido y la mayoría de países de Europa central y del Este (a excepción de Eslovenia y Croacia) crecerán por encima de la media.
Según las estimaciones de los autores los países periféricos irán este año mejorando su competitividad internacional principalmente vía reducciones de precios. El elevado endeudamiento privado y los históricos niveles de desempleo seguirán presionando a la baja la demanda interna. Las elevadas cifras de paro que registran varios países de la zona euro provocan unos altos niveles de tensión social. Aunque se están implementando diversas reformas, se mantiene la incertidumbre sobre sus resultados y el impacto. En conjunto, la situación económica de la zona euro sigue sin estar clara.
Lo que a juicio de los autores constituye un riesgo significativo para una mejora importante en la zona euro es el lento avance de las reformas y la reestructuración del sector bancario. Aún hay muchos bancos en Europa que requieren una reestructuración, pero está en duda si ésta se hará a tiempo. La formación de una unión bancaria, alegan los autores, es un paso importante en este proceso.
En este escenario de crecimiento, el informe también destaca otros posibles riesgos que pueden desviar la recuperación, como la volatilidad en los mercados de activos y de divisas, la creciente incertidumbre sobre la evolución de la inflación o que los partidos antieuropeos ganen fuerza en las elecciones para el Parlamento Europeo y puedan bloquear los cambios legislativos pendientes.