NOTICIA

Isabel Béjar: “La curiosidad de los físicos ha generado una enorme cantidad de tecnología”

Nuevos tratamientos contra el cáncer; técnicas para perforar el terreno; sistemas de control de precisión para grúas; software de diseño industrial… la lista de desarrollos tecnológicos fruto de la investigación en el CERN es larga y está encabezada por el ejemplo más famoso: la web. “Nada de esto existiría de no ser por la curiosidad de los físicos”, dice Isabel Béjar, física del CERN, que habla hoy en la Fundación BBVA, en Madrid, de estas tecnologías hijas de la investigación en física de partículas. Béjar es la coordinadora técnica del proyecto High Luminosity-LHC, que desarrolla el LHC mejorado que deberá empezar a funcionar en 2025, y que generará para la sociedad ” tecnología nueva que aún no podemos ni imaginar”.

18 septiembre, 2014

Conferencia

El círculo virtuoso de la ciencia y la innovación

La charla presentará el trabajo que desde hace casi 60 años se lleva realizando en el CERN creando pasarelas entre la ciencia básica y la industria, y formando a los tecnólogos y a los científicos del futuro.

Béjar pronuncia la conferencia El círculo virtuoso de la ciencia y la innovación dentro del ciclo Los secretos de las partículas, con que el CERN celebra en España el 60 aniversario de su creación en colaboración con la Fundación BBVA. Su presentación corre a cargo de Elisa Robles, directora general del CDTI (Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial). El círculo virtuoso empieza, afirma Béjar, con una pregunta científica que necesita nuevas herramientas para ser respondida. “En el CERN, cada vez que un físico nos dice que quiere hacer algo nuevo tratamos de descubrir qué barreras tecnológicas hay para hacerlo”. Y es la propia confianza en la Física la que contribuye a superar estas barreras: “La falta de conocimiento no es una barrera; la Física te enseña que no hay problemas, sólo soluciones”.

'La falta de conocimiento no es una barrera; la Física te enseña que no hay problemas, sólo soluciones'.

Las soluciones que buscan los físicos son útiles también en otros ámbitos, y acaban espoleando el progreso tecnológico en general: “La ciencia básica impulsa la innovación, que a su vez alimenta la ciencia básica de nuevo. Además, las infraestructuras científicas atraen el talento de los jóvenes hacia la investigación y fomentan el diálogo entre la ciencia y la sociedad”.

La World Wide Web -hoy simplemente la web- nació a principio de los años noventa como respuesta a la necesidad de los físicos que participaban en los experimentos del CERN de intercambiar información. Pero hay muchos más ejemplos, en múltiples ámbitos: avances en aceleradores para el tratamiento del cáncer, y en detectores de las máquinas de rayos X -de uso médico e industrial-; software para gestionar conferencias o bibliotecas; repositorios de hardware libre; tecnología de ultravacío…

Como explica Béjar, el CERN ha necesitado innovar en informática y redes, criogenia, ultravacío, superconductividad, electrónica, ingeniería eléctrica, materiales, ingeniería mecánica, sistemas de automatización e incluso en ingeniería civil. Haciendo el túnel del acelerador que precedió al LHC, el LEP, surgió la idea de congelar el terreno para poder perforar cuando había infiltraciones de agua subterránea, y nació así una técnica hoy muy extendida.

También surgieron de una necesidad del CERN algunos de los programas de diseño industrial más usados actualmente, y sistemas de control para puentes grúa necesarios para el transporte de componentes delicados -“Teníamos que bajarlos al túnel del acelerador y, por sus características, no podíamos usar los sistemas de transporte utilizados en la minería”, dice Béjar-.

Por eso a esta física de 42 años no le extrañan los datos del último informe de la Sociedad Europea de Física, según los cuales la industria relacionada con la Física genera el 15% del PIB europeo y emplea 15.4 millones de personas. “La Física está a nuestro alrededor pero no nos damos cuenta. En nuestros smartphones, en nuestros medios de transportes, en la iluminación de nuestras calles… en casi todo lo que nos rodea”; tecnología, dice Béjar, “que no se hubiera desarrollado si no hubiera habido físicos curiosos, y gente que pensó que no saber cómo hacerlo no significaba que fuera imposible”.

Además, resalta Béjar, las industrias basadas en la Física “son las que mejor han resistido la crisis”, porque “suelen ser empresas innovadoras capaces de pasar de los conceptos físicos a un producto, y por tanto son dinámicas y flexibles”.