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Koji Eto, pionero en la investigación de ‘sangre artificial’, expone en la Fundación BBVA sus logros para obtener plaquetas a partir de células de piel ‘reprogramadas’

Cada año se recogen en todo el mundo alrededor de 93 millones de donaciones de sangre, indispensables para los sistemas de salud. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que la mitad de estas donaciones tienen lugar en países desarrollados, donde vive sólo el 15% de la población mundial. En las próximas décadas, además, el envejecimiento de la población hará crecer aún más la demanda de sangre. En este contexto, la obtención de la llamada sangre artificial se convierte en un objetivo prioritario para investigadores en todo el mundo. El grupo de Koji Eto, del Centro de Investigación y Aplicación de Células iPS (CiRA) en la Universidad de Kioto (Japón), encabeza los esfuerzos para lograrlo.

25 mayo, 2012

Eto ha conseguido inducir por primera vez la formación de plaquetas perfectamente funcionales a partir de otras células maduras ya especializadas, en concreto células de piel. Su grupo empezará pronto ensayos clínicos en humanos, y cuenta con tener resultados dentro de alrededor de una década.

Eto explica hoy su trabajo en la sede de la Fundación BBVA en Madrid, en una conferencia titulada La investigación con células iPS: presente y futuro, organizada en colaboración con la Embajada del Japón en España. La Fundación BBVA colabora también con el Instituto de Investigación Biomédica, en Barcelona, para la celebración de la conferencia de Eto en este centro el próximo día 29.

Eto ha atendido a los medios de comunicación esta mañana, en una rueda de prensa en la que han intervenido también el embajador del Japón, Satoru Satoh, y el director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo.

El embajador Satoh ha resaltado el acuerdo de colaboración en investigación firmado el año pasado entre Japón y España y que prima las áreas de biomedicina, energías renovables, nanotecnología.

Por su parte, Rafael Pardo ha recordado que esta línea de colaboración con la Embajada de Japón surgió tras la concesión del Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en la categoría de Biomedicina a Shinya Yamanaka.

“Un sistema de transfusiones que no dependa de la donación”

“Mi equipo tiene como objetivo la obtención de células de la sangre que permita el desarrollo de un sistema de transfusión de sangre estable y seguro y que no dependa de la donación”

“Mi equipo tiene como objetivo la obtención de células de la sangre que permita el desarrollo de un sistema de transfusión de sangre estable y seguro y que no dependa de la donación”

, dice Eto. “Esperamos que nuestras plaquetas, obtenidas a partir de líneas celulares, contribuyan a lograr el viejo sueño de disponer de sangre artificial”.

Eto, que investiga en el centro que dirige Yamanaka, obtiene sus plaquetas empleando células iPS.

“Las células iPS tienen un potencial enorme, sin precedentes, en aplicaciones médicas y farmacéuticas”, explica Eto. “Al igual que las células madre embrionarias, las células iPS poseen la capacidad de crecer y de diferenciarse en diversos tipos de células en el cuerpo, y con ellas puede evitarse toda la polémica de tipo ético que rodea a las células madre embrionarias”.

La investigación con células reprogramadas constituye hoy una de las áreas más activas de la biomedicina, y se le atribuye un gran potencial para avanzar en el desarrollo de la medicina regenerativa.

Próximo ensayo en humanos

Para conseguir plaquetas maduras y funcionantes el grupo de Eto estableció previamente una línea celular (células inmortales, que se reproducen indefinidamente in vitro) de megacariocitos, las células precursoras de las plaquetas, obtenidas a partir de células de piel reprogramadas.

Luego inyectaron las plaquetas obtenidas en ratones, y comprobaron que ejercían las mismas funciones que las plaquetas normales y también que su vida media en el organismo es normal.

“Aún estamos optimizando el protocolo para generar la línea celular de megacariocitos”, explica Eto.

El siguiente paso son los ensayos clínicos “para determinar si las plaquetas funcionan en el organismo humano”, señala. Dentro de dos o tres años comenzará la primera fase de los ensayos, destinados a determinar la seguridad de las plaquetas. Para los resultados de ensayos clínicos a mayor escala “habrá que esperar una década”, ha dicho Eto en rueda de prensa.

Sin embargo, Eto advierte que las aplicaciones clínicas de su hallazgo no son inmediatas. Incluso cuando se optimice la generación de plaquetas a partir de megacariocitos el principal obstáculo será la cantidad: se necesita, en principio, un enorme número de factorías celulares para fabricar las plaquetas que necesita un humano.

Otro objetivo del grupo de Eto es la obtención de otro componente clave de la sangre, los glóbulos rojos. Sin embargo, la tarea se presenta más compleja. La maduración de las células precursoras de glóbulos rojos incluye muchos más pasos que en el caso de las plaquetas.