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¿Es posible que los planetas del sistema solar choquen entre sí? Scott Tremaine da la respuesta en la Fundación BBVA

¿Será el sistema solar siempre -mientras exista- tal y como es ahora? ¿Qué probabilidades hay de que por ejemplo Mercurio choque en algún momento contra Venus? “Este es uno de los problemas más antiguos de la física teórica, se remonta a Isaac Newton”, dice el astrofísico Scott Tremaine, del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton (EEUU). Durante tres siglos, matemáticos y físicos ilustres han buscado soluciones. El propio reto ha sido fructífero, porque ha generado nuevas matemáticas e inspirado áreas tan de actualidad como la teoría del caos. Ahora Tremaine, investigador teórico autor de predicciones que han hecho posible llamativos descubrimientos en las últimas décadas, tiene una respuesta, y la explica esta tarde en su conferencia en la Fundación BBVA, en Madrid, La estabilidad de los sistemas planetarios.

6 marzo, 2014

Tremaine interviene en la tercera edición del ciclo La ciencia del cosmos, la ciencia en el cosmos, organizado por la Fundación BBVA desde 2011 y en el que investigadores de gran prestigio exponen las principales cuestiones abiertas en la astrofísica y la cosmología actuales.

En una era en que es posible observar galaxias a miles de millones de años luz; en que se conoce cientos de otros sistemas planetarios; en que se elaboran teorías para entender el origen mismo del universo, parece anacrónico asociar a Newton a los desafíos de la astrofísica. Y sin embargo conocer el comportamiento del sistema solar –regido por las leyes de la gravedad y el movimiento enunciadas por Newton- a largo plazo “es relevante para una gran variedad de cuestiones actuales”, dice Tremaine.

Pone algunos ejemplos: “En los aceleradores de partículas, como el LHC, los protones recorren más de cien millones de órbitas, lo que plantea un problema similar al de mantener a los planetas en órbitas estables a lo largo de la vida del sistema solar; la llegada a la Tierra de meteoritos procedentes del cinturón de asteroides depende de la influencia a largo plazo de Júpiter y otros planetas sobre las órbitas de estos objetos; y es la variación periódica de la órbita de la Tierra debido a la influencia de los demás planetas lo que subyace a las glaciaciones y los cambios climáticos terrestres cada decenas de miles de años”.