El presente y futuro de las tecnologías cuánticas, a debate en la sede de la Fundación BBVA en Bilbao
Para celebrar el Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas, la Real Sociedad Española de Física y la Fundación BBVA organizan hoy en Bilbao la jornada “Quantum Technologies: Present and Future”. Un grupo internacional de expertos en esta disciplina, procedentes tanto de la investigación académica como de la industria, imparten ponencias sobre los últimos avances en computación cuántica, nuevas maneras de transferir información en redes cuánticas y técnicas experimentales pioneras para desvelar fenómenos exclusivamente cuánticos.
10 junio, 2025
En 2025 se cumplen 100 años desde la publicación de cuatro artículos fundacionales de la mecánica cuántica, escritos por Max Born, Werner Heisenberg, Pascal Jordan y Paul Dirac. Desde entonces, se han sucedido numerosos avances científicos que ya han dado lugar a aplicaciones de uso cotidiano como las máquinas de resonancia magnética para diagnosticar enfermedades, los punteros láser y los relojes atómicos que hacen posible la navegación por GPS, así como a microscopios electrónicos que han posibilitado un conocimiento de la materia más detallado que nunca e, incluso, a los primeros ordenadores cuánticos comerciales. Gracias a una resolución promovida por más de 70 países, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó hace doce meses la proclamación de 2025 como Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas, con el objetivo de poner en valor todos estos logros entre un público amplio.
La jornada, que se celebra en la sede de la Fundación BBVA en Bilbao, reúne a 60 participantes y pretende fomentar colaboraciones entre los asistentes así como un debate sobre el estado actual y futuro de la ciencia y la tecnología cuánticas. Para inspirar estos intercambios, se imparten cinco conferencias por parte de investigadores procedentes de Estados Unidos, Singapur, Suiza y España, tanto de universidades y centros de investigación como de empresas.
Mario Motta, investigador en IBM Quantum (Estados Unidos), comparte algunas claves para integrar algoritmos cuánticos en los sistemas de supercomputación con el objetivo de realizar cálculos antes inalcanzables, por ejemplo en el área de química cuántica para predecir ciertas propiedades de las moléculas y los materiales a nivel atómico. Por su parte, Martin Quack, catedrático de la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich (Suiza), habla sobre una estrategia desarrollada en el grupo que él dirige para realizar experimentos que ya han servido para poner a prueba un principio fundamental de la mecánica cuántica, el de superposición, así como para realizar experimentos de astrofísica y astroquímica con el objetivo de obtener, en el futuro, indicios fiables de la existencia de vida extraterrestre.
Por su parte, Gloria Platero, profesora de investigación en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, explica las bases de una tecnología que puede resultar clave para transmitir información en redes cuánticas: los puntos cuánticos. En la misma línea, David Novoa, investigador Ikerbasque en la Universidad del País Vasco (EHU), expone una nueva tecnología de fibra óptica capaz de preservar las propiedades cuánticas de la información que viaja a través de ella con una fidelidad excepcional. José Ignacio Latorre, director del Centro de Tecnologías Cuánticas (CQT) de Singapur, ofrece una visión global de los próximos pasos en computación cuántica, a medida que se amplía el tamaño, y por tanto la potencia, de este nuevo tipo de ordenadores.
Mediante la celebración de esta jornada, los organizadores –Luis Viña (catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de la Real Sociedad Española de Física), Román Orús (profesor de investigación Ikerbasque en el Donostia International Physics Center y cofundador y director científico de Multiverse Computing) y Mikel Sanz (investigador Ikerbasque en la EHU y el Centro Vasco de Matemática Aplicada, BCAM)– han querido así promover un “ambiente distendido” del que, según esperan, saldrán nuevos planteamientos para aprovechar un conocimiento cuyo impacto en la sociedad no hará más que crecer a lo largo de los próximos años.