Sólo el 7% de los profesores identifica correctamente los síntomas del asma, según un estudio de las fundaciones BBVA y María José Jove

El 93% de los profesores cree que sus conocimientos sobre el asma no son suficientes y desearía mejorarlos, y casi un 96% opina que no hay una normativa clara sobre el papel de los profesores en el cuidado de alumnos con patologías crónicas, como el asma. Estas son algunas de las conclusiones del Estudio sobre el Asma en los Centros Escolares Españoles 2009-2010, desarrollado por las fundaciones BBVA y María José Jove con la colaboración de la Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP).

18 febrero, 2011

El asma es la enfermedad crónica más frecuente en pediatría en los países desarrollados. En España se estima que un 10% de la población infantil la padece. Durante el curso, los niños pasan alrededor de un 30% de su tiempo en la escuela bajo la atención y supervisión del personal de los centros escolares, fundamentalmente de los profesores. En el caso de los niños con asma, los docentes tienen que tomar decisiones sobre diferentes situaciones en relación con la enfermedad, de forma consciente o inconsciente, por acción o por omisión. Por tanto, su nivel de conocimiento así como la disponibilidad de recursos materiales y organizativos adecuados en los centros escolares podrían influir de forma determinante en el bienestar de los niños con asma.

El objetivo del estudio, dirigido por el doctor Ángel López-Silvarrey con la colaboración de los doctores Santiago Rueda, Carmen Rosa Rodríguez y Sonia Pértega (coordinadores del grupo de Asma y Educación de la SENP),  ha sido determinar los conocimientos, actitudes y creencias de los profesores sobre el asma y su manejo; la transmisión de información sobre el asma entre las familias de niños con asma y los docentes, y los recursos materiales y organizativos disponibles para la atención de niños asmáticos en los centros educativos.

Una situación con amplio margen para la mejora

En el estudio participaron un total de 4.679 profesores de 208 centros educativos de Educación Primaria y Secundaria.

El 53,7% de los profesores incluidos en el estudio manifiesta no conocer el número de niños asmáticos que tiene en clase. Asimismo, la comunicación entre las familias y los docentes es muy escasa y pocas veces con el contenido deseable, pues solo el 26% recibe información de los factores desencadenantes de las crisis en cada niño, y solo el 33,6% recibe información de las medidas a tomar o el tratamiento en el caso de una crisis de asma.

En relación al conocimiento de la enfermedad, solamente el 6,8% de los profesores contesta correctamente la pregunta en la que se solicitan los tres síntomas principales del asma. El número de respuestas correctas es mayor en los profesores más jóvenes y de menor antigüedad profesional. A su vez, los hombres obtienen puntuaciones significativamente más altas que las mujeres. Esta puntuación es también significativamente mayor en los profesores asmáticos  o con familiares cercanos con asma.
El 46,7% de los docentes ha tenido en su clase niños con síntomas leves de asma, y cuando se presenta esta situación, el 38,7% declara que interviene supervisando y/o ayudando a la administración de la medicación. Un 22,1% permite la automedicación del niño sin intervenir y el 6,6% espera su mejoría sin ninguna intervención.

Un 6,8% del profesorado ha tenido en su clase niños con síntomas graves o un ataque agudo de asma, y cuando se presenta esta situación, el 36,3% interviene supervisando y/o ayudando a la administración de la medicación, mientras que un 30% avisa a personal sanitario o al equipo directivo del centro. El 5,3% permite la automedicación sin intervenir.

La actitud de los docentes ante síntomas de asma varía en función de la etapa educativa en la que imparten clase. En este sentido, el 42,9% de los de Educación Infantil avisan a los padres ante dicha situación. Este porcentaje baja a un 35,2% en cursos de Educación Primaria y a un 20,5% en ESO.

En cuanto a los recursos disponibles en sus centros educativos en relación con la atención de alumnos asmáticos, el 7,8% de los docentes manifiesta disponer de personal sanitario de forma permanente en su centro, y el 8,7% solamente algunas horas. Un escaso 11,8% de los profesores afirma que existe un plan de actuación previamente establecido en su centro para actuar ante un niño con síntomas o crisis de asma. Un 31,3% no saben si existe o no. Tan solo un 8,4% de los profesores responde que en su centro tienen botiquín con medicación antiasmática, mientras que un 37,9% no saben si disponen de él.