El retraso de la fecundidad, así como sus consecuencias, en particular sobre el bienestar del niño, ha incentivado un incremento de la investigación sobre las causas maternidad postergada. La literatura médica, que se ha centrado principalmente en el proceso de envejecimiento reproductivo asociado con la edad avanzada de los padres, presenta la edad materna o paterna avanzada como un factor de riesgo para la salud infantil.

En contraste, la literatura científica social, que se ha centrado principalmente en los aspectos sociales asociados con la edad avanzada, sugiere que la postergación de la maternidad puede tener efectos positivos para los niños, ya que los padres mayores pueden tener ventajas socioeconómicas que se transmiten a los niños. El profesor Myrskylä consolida las dos perspectivas y documenta cómo sería engañoso hablar sobre el “efecto” de la edad de los padres en los resultados de los niños, ya que el efecto varía mucho en el tiempo y el lugar. En la conferencia ofrece un análisis detallado sobre qué tipo de factores contextuales son importantes para comprender la heterogeneidad en el impacto del aplazamiento de la paternidad en los resultados del niño.