La presencia de hispanos potentes e influyentes en Roma fue continua durante los siglos I-II d.C. La literatura, la filosofía, la oratoria, la política se imponen en la sociedad romana con cuño hispano. En el siglo III será un hispano el último emperador que gobierne solo todo el Imperio y el que acabe por dividirlo en Oriente y Occidente. Todavía entre los siglos VI y VII refulge Hispania como brazo fuerte del nuevo poder político-eclesiástico y como cuna del primer enciclopedismo conocido en Europa.