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Eduardo Sáenz de Cabezón

PREMIOS CSIC-FUNDACIÓN BBVA DE COMUNICACIÓN CIENTÍFICA

Investigadores que han contribuido a la difusión del conocimiento a la sociedad

IV edición

Por trascender la audiencia tradicional de los contenidos divulgativos y llegar a nuevos públicos a través de múltiples formatos, desarrollando un estilo propio que ha logrado combinar con éxito el rigor de las disciplinas científicas con un carácter desenfadado y ameno.

CONTRIBUCIÓN

Convocatoria

Premios CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica

2024

«Entre las disciplinas más humanas están el lenguaje, la música, pero también las matemáticas, que nos acercan de forma científica y tecnológica al mundo», sostiene Eduardo Sáenz de Cabezón, profesor titular del Departamento de Matemáticas y Computación en la Universidad de La Rioja e investigador en álgebra computacional, que recibe el Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica, en la categoría de Investigadores que hayan Contribuido a la Difusión del Conocimiento a la Sociedad, por su «gran versatilidad y capacidad de estar presente en distintos formatos».

El galardonado centra su investigación, su docencia y gran parte de su divulgación en una disciplina —las matemáticas— vista en ocasiones como árida, y ha sido gracias a la combinación de la narración oral con el contenido científico que ha logrado cultivar un estilo propio tan riguroso como atractivo. «En lo alto de la jerarquía está el contenido, pero en el centro del foco está el público. No puedo centrarme solamente en el contenido, sino que tengo que ver cuáles son las formas en las que el público lo va a recibir mejor —apunta—. Ese estilo desenfadado es una alfombra tendida que dice “eres bienvenido, esto también es para ti”. Para disfrutar de la pintura no necesitas ser pintor», declara el galardonado, y de igual manera, el explorar formatos novedosos para comunicar la ciencia le ha permitido «abrirla a un sector del público al que no le exiges un interés previo, y que luego vean impulsada su relación con la ciencia».

Esta estrategia le ha permitido llegar a un público amplísimo con formatos muy variados. Su canal de YouTube, Derivando —«una celebración de la cultura matemática», en sus palabras—, acumula más de un millón y medio de suscriptores y 122 millones de visualizaciones desde su creación en 2015. Autor de cuatro libros de divulgación y coautor de cinco más, destaca Inteligencia matemática (2015) con 23 ediciones en español y una en italiano. Además, desde 2019 es el presentador del programa semanal de divulgación científica Órbita Laika (RTVE), cuyas audiencias medias por encima de 500.000 espectadores constatan que «la ciencia por sí misma puede ser atractiva: no hacen falta adornos ni excusas».

«El tener más puertas abiertas a la comprensión —concluye el premiado— nos hace vivir mejor. Y un buen uso de la ciencia y de la cultura científica nos hace tener un terreno común más amplio. Porque la ciencia es algo que compartimos, y cuanto más conscientes seamos de que estamos juntos, menos nos fijaremos en diferencias, en divisiones y en incomprensiones. Yo creo que la ciencia es uno de los ingredientes que nos ayuda a tener un lugar común desde el que trabajar».