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NOTA DE PRENSA Estudio de opinión pública: confianza en la Sociedad Española

Los españoles confían en la mayoría de las personas, siendo altísima la confianza que expresan hacia su familia y amigos, y confían ampliamente en las instituciones y profesionales de la medicina, la ciencia, la tecnología y en el Estado de derecho

La mayoría de los españoles confía, con carácter general, tanto en las personas como en las instituciones propias de un país democrático moderno, así como en los grupos profesionales vinculados a ellas. Así se desprende del estudio de opinión pública “Confianza en la Sociedad Española”, llevado a cabo por la Fundación BBVA mediante encuesta a una muestra representativa de 4000 personas entre los meses de septiembre y octubre de 2022.

1 diciembre, 2022

Esta radiografía muestra, en primer lugar, que los españoles confían en la mayoría de las personas, siendo la familia y los amigos los grupos en los que más se confía, seguidos de los compañeros de trabajo o estudio, jefe o profesor. La confianza se atenúa, aunque sigue siendo alta, cuando se refiere a grupos más lejanos, como los vecinos, gente del mismo pueblo-ciudad y la gente del propio país.

El clima de confianza general se complementa con la existente acerca de los pilares de una sociedad avanzada: el conocimiento objetivado –médico, científico y tecnológico–, la democracia, las leyes y el Estado de derecho, seguido por el mercado. La religión presenta una pauta diferencial, en el que la desconfianza es el patrón dominante.

Esa doble confianza -en la gente y en la arquitectura de una sociedad avanzada- cristaliza en una confianza sólida en un amplio abanico de instituciones nacionales y supranacionales, así como en los grupos profesionales vinculados a ellas. El mapa de confianza dibuja una pirámide invertida en cuya cúspide están, en el caso de las instituciones nacionales, la sanidad pública, la policía, el ejército; le siguen un grupo de instituciones en las que confían más de la mitad de los españoles y entre las que se encuentran las organizaciones ecologistas, los medios de comunicación, los tribunales de Justicia y las grandes empresas españolas. En el extremo de menor confianza, se sitúan el Parlamento, la iglesia católica, los sindicatos, el Gobierno nacional, las redes sociales, los bancos y los partidos políticos.

La confianza expresada hacia las instituciones aumenta respecto a los grupos profesionales vinculados a ellas. Así, ocurre con científicos, médicos, policías militares y jueces, que, junto a los maestros, son en quienes los españoles confían mayoritariamente y con alta intensidad, mientras que los sindicalistas, sacerdotes, políticos e “influencers” se colocan en el extremo de menor confianza.