¿Alergia al polen? Más de 60 especialistas responden a las principales dudas sobre las enfermedades alérgicas en un libro de la Fundación BBVA

Ocho millones de personas en España son alérgicas al polen. Y la cifra va en aumento. Como indica la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el porcentaje de alérgicos a los pólenes más alergénicos se ha duplicado en los últimos diez años. Ante el pronóstico de una primavera con niveles de polen superiores a los del año pasado, los expertos recuerdan la importancia de conocer la enfermedad y tratarla adecuadamente, para evitar su progresión hacia cuadros más graves como el asma alérgica.

Un aspecto clave, por ejemplo, es aprender a distinguir los síntomas alérgicos de los de un resfriado común. Como se explica en el Libro de las enfermedades alérgicas de la Fundación BBVA, dentro del capítulo dedicado a la alergia primaveral,  tanto la alergia al polen como  los cuadros infecciosos virales (catarros) pueden producir estornudos, picores y congestión en la nariz y conjuntivitis, y ocasionalmente tos y asma. Pero los síntomas oculares son menos frecuentes en los catarros, que además, al contrario que en las alergias, pueden presentar fiebre y tos con expectoración. Es importante fijarse en cuándo aparecen los síntomas: si es sobre todo en días soleados y ventosos, con mejoría los días de lluvia, es más probable que sea alergia.

“Las enfermedades alérgicas constituyen una auténtica epidemia no infecciosa en los países desarrollados en el siglo XXI”, afirma el Dr. José Manuel Zubeldia, jefe del Servicio de Alergia del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, en Madrid, y co-editor del libro, en el que más de 60 especialistas exponen sin tecnicismos el estado de conocimiento actual sobre las alergias.

De los 16 millones de personas que padecen alergias en España -el 30% de la población-, la mitad son alérgicos a distintos tipos de pólenes. Para estas personas la SEAIC proporciona información actualizada sobre niveles de polen por regiones, y con ayuda de datos climatológicos como la temperatura y la humedad, proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), elabora pronósticos cada primavera.

Este año los niveles de polen serán “más altos que los del año pasado”, señala Zubeldia, pero no excesivos. La SEAIC habla de “intensidad moderada” en el centro y suroeste peninsular; “leve” en el litoral mediterráneo y la cornisa cantábrica; y “muy leve” en Canarias.  

El impacto del cambio climático y la contaminación

Al margen de las variaciones anuales, el aumento en la incidencia de las alergias es claro. Según la SEAIC, en los últimos diez años se ha duplicado el porcentaje de alérgicos a los pólenes más alergénicos: gramíneas, olivo, ciprés, salsola, plátano de sombra y parietaria.

Esto se debe en gran medida al cambio climático y la contaminación: “Son dos de los factores que están provocando un aumento de la incidencia”, señala Zubeldia. El cambio climático prolonga el período de polinización –la primavera dura más tiempo-, y la contaminación urbana, en especial las partículas que emiten los motores diésel, altera la estructura del polen y aumenta su agresividad. En un 40% de los casos la alergia al polen cursa además con asma.

Las alergias, recuerda Zubeldia, se deben a “una respuesta exagerada e inapropiada del sistema inmunitario frente a sustancias que son inocuas para la mayoría de las personas”. Son procesos crónicos “con gran impacto físico y psíquico en la calidad de vida de los pacientes, y deben ser atendidos por el alergólogo, un profesional formado específicamente para diagnosticar y tratar estas enfermedades”.

Una de las opciones terapéuticas de mayor éxito en la actualidad, indica Zubeldia, es la vacunación con extractos alergénicos o inmunoterapia: “el único tratamiento conocido que, además de mejorar los síntomas de la enfermedad y reducir las necesidades de otros medicamentos, es capaz de detener la progresión de la enfermedad alérgica” a cuadros más graves, como el asma. Son tratamientos “a medida” y a largo plazo, diseñados específicamente para cada paciente, que hoy se emplean sobre todo entre los más jóvenes.

Además de las causadas por el polen, El libro de las enfermedades alérgicas de la Fundación BBVA, ofrece información sobre otros tipos de enfermedades alérgicas, como las alimentarias o medicamentosas, o las vinculadas con el asma. A la versión digital se suma la posibilidad descargar el libro tanto en pdf como en epub.