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En la duodécima conferencia del ciclo "LOGOS. Visiones del mundo clásico"

José María Zamora aborda las emociones en la Atenas democrática a través del género de la comedia y la filosofía

La comedia antigua se entiende como un discurso político en la Atenas democrática, ya que se pronunciaba sobre la política y los políticos de su tiempo y evaluaba la situación social en términos de justicia-injusticia de la época, expresando juicios de valor sobre lo acontecido. Sobre esta relación ha hablado José María Zamora Calvo, catedrático de Filosofía Antigua y director del Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid en la conferencia del ciclo “LOGOS. Visiones del mundo clásico” del 3 de noviembre, “Pensar las emociones en la Atenas democrática: diálogo entre la comedia y la filosofía”, celebrada en la sede madrileña de la Fundación BBVA.

31 octubre, 2022

Conferencia

Pensar las emociones en la Atenas democrática: diálogo entre la comedia y la filosofía

3 de noviembre a las 19h 30

En el campo de los estudios clásicos se considera que los filósofos fueron los primeros en reflexionar sobre las emociones de la vida pública: Platón, los estoicos y, sobre todo, Aristóteles. Este último, en el libro II de su Retórica, constituye el primer tratado sistemático sobre las emociones. En esta lista de emociones, el filósofo precisa por qué asuntos se suscitan las emociones, en qué circunstancias se originan, frente a quienes y por qué motivos.

En la Atenas democrática, las emociones están relacionadas con la vida política. “La buena salud de la democracia queda relacionada con la comedia, mostrando los defectos que tiene la sociedad democrática y que pueden perturbarla”, explica José María Zamora, quien lidera un proyecto de investigación dentro del programa Logos de Ayudas a la Investigación en Estudios Clásicos. Su proyecto se propone investigar la provocación, manifestación, representación y percepción de las emociones en la comedia griega antigua de Aristófanes, centrándose en las emociones relacionadas con la vida política democrática y la alta dependencia del género cómico antiguo con la realidad política de su tiempo.

“La emoción fundamental que aparece constantemente es la indignación”, señala Zamora. “La indignación va a asociarse con la envidia y la emulación, con el sentimiento de dolor que aparece ante la riqueza y el poder. Pero mientras que  la envidia es viciosa, es dañina; la indignación es provoca una respuesta a un estado de las cosas que uno encuentra inapropiado”, añade el investigador. “Es una emoción que mueve la opinión pública”.

El discurso cómico de la Atenas democrática puede tomarse como un ejemplo extremo de la libertad de expresión promovida por la política democrática. “Frente al predominio de la oratoria y la retórica, la comedia y la filosofía se instalan como puntos de vista críticos con la democracia. La comedia es un termómetro de la sociedad”, aclara Zamora.