4. El electrocardiograma

Luis Azcona

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Resumen

El ECG constituye una exploración básica en cardiología y continúa manteniéndose de plena actualidad. Su utilización es relativamente sencilla, incruenta y segura.

Es la técnica más utilizada para diagnosticar cardiopatías (especialmente, trastornos de ritmo cardíaco y obstrucciones en las arterias que irrigan el corazón), así como para supervisar los tratamientos que influyen en la actividad eléctrica del corazón. Cuando se interpreta de forma correcta, constituye una herramienta insustituible.

El ECG siempre debe interpretarse en el contexto del paciente que se somete a la exploración. Un ECG correctamente realizado y rigurosamente normal puede considerarse como un dato tranquilizador para el paciente, aunque desgraciadamente pueden existir cardiopatías que cursen con un ECG normal en reposo, especialmente la enfermedad coronaria (aunque aquí el ECG durante el esfuerzo físico supone una inestimable ayuda).

Es recomendable tener en cuenta que lo realmente importante es el estado clínico del paciente y no tanto su ECG, excepto en el caso de que éste presente Anomalías marcadamente patológicas.

El ECG puede alterarse en diversas afecciones no cardiológicas, por lo que un ECG anormal no siempre va asociado a enfermedades del corazón.

La investigación sobre el ECG continúa muy activa, y es posible que los análisis informatizados más exhaustivos del ECG acrecienten en un futuro el valor de esta valiosa y excelente exploración del corazón.

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