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Carmen Iglesias analiza el liberalismo de Tocqueville en la conferencia inaugural del ciclo ‘Historia de las ideas (IV)’

La directora de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias, ha inaugurado el ciclo ‘Historia de las ideas (IV): La pasión de la libertad, entre el liberalismo y el Romanticismo’, con la conferencia ‘El liberalismo de Tocqueville: Europa y Estados Unidos’. El vídeo completo de la conferencia puede verse pulsando el botón de Play sobre la imagen que encabeza esta noticia.

4 diciembre, 2020

Ciclo de conferencias

Historia de las ideas (IV): La pasión de la libertad, entre el liberalismo y el Romanticismo

Perfil

Carmen Iglesias

Se trata de la cuarta edición de este ciclo, que arrancó en 2017 bajo el epígrafe ‘La búsqueda del conocimiento. Historia de la cultura occidental’, exploró en 2018 los ‘Mitos y realidades de la Ilustración’ y prosiguió el año pasado con un análisis de la transición ‘De la Ilustración al Romanticismo en la segunda mitad del siglo XVIII‘. Todas las conferencias, organizadas con la colaboración de la Real Academia de la Historia, ofrecen un viaje guiado a la aventura más apasionante jamás emprendida por el hombre: la búsqueda del conocimiento y su papel en la conformación de nuestra cultura.

Desde las raíces griegas y judeocristianas hasta el siglo XVIII, el ciclo ha recorrido algunos de los principales hitos históricos que han transformado las visiones del mundo y las prácticas políticas y sociales, formando una herencia cultural compleja y común en rasgos fundamentales, de la que seguimos siendo deudores en nuestra actualidad.

Esta cuarta edición del ciclo, coordinado una vez más por la profesora Iglesias, se centra en ‘La pasión de la libertad, entre el liberalismo y el Romanticismo’. Según explica la historiadora, el objetivo es analizar una época en la que “la libertad se convirtió en un impulso vital y doctrinal, tanto en los liberales como en el romanticismo que se desarrolló en el siglo XIX”.

En su conferencia inaugural, la directora de la Real Academia de la Historia ha analizado el liberalismo de Tocqueville, a quien ella considera, junto con Constant, el autor más representativo de “un liberalismo que abarca no solamente lo institucional, sino también otros ámbitos que afectan a la propia actitud individual”.

La libertad, para Tocqueville, representa una fuerza y una pasión que, para al menos una buena parte de los seres humanos, arraiga “en su corazón, independientemente de sus beneficios: es el placer de poder hablar, actuar, respirar sin coacción bajo el mismo gobierno de Dios y de las leyes”.

“Solo tengo una pasión,” escribió el pensador francés, “el amor por la libertad y por la dignidad de la persona humana. Para mí, todas las formas de gobierno no son sino medios, más o menos perfectos, para satisfacer esa santa y legítima pasión del hombre».

Fortalezas y debilidades de la democracia en EEUU

En su conferencia, la profesora Iglesias ha explicado cómo la experiencia de Tocqueville en EEUU, plasmada en su obra La democracia en América (1835-1840), le permitió descubrir las fortalezas y debilidades del nuevo régimen democrático y la importancia del equilibrio de poderes.

“Tocqueville fue capaz de percibir lo principal que estaba ocurriendo en la sociedad de su época: la marcha hacia la igualdad, que era universal; y por eso, preservar la libertad del individuo era al mismo tiempo tan importante”, ha señalado Iglesias en una entrevista realizada antes de pronunciar su conferencia. “Él ya advirtió que esto solo podía lograrse a través de un equilibrio, de una división de poderes, para que no se concentrase el poder en un solo hombre o una sola facción, y evitar que la sociedad pudiera caer en manos de un déspota”.

Para la directora de la Real Academia de la Historia, el análisis que hizo Tocqueville de la democracia en América “es muy interesante y sobre todo muy actual”, ya que fue capaz de percibir “ciertas tendencias de degradación que estamos viendo en las sociedades actuales del siglo XXI, donde el bienestar lleva a los individuos a un egoísmo en el que se separan de los demás y dejan de ser ciudadanos, una situación en la que la democracia puede acabar dominada por la demagogia y el populismo”.

Para Tocqueville, según Iglesias, “lo que tiene sentido en la democracia es precisamente preservar la libertad de los individuos, lo demás es totalitarismo. Por eso avisa del peligro de que los individuos se dejen dominar por lo que llama un despotismo suave, es decir, el entretenimiento, el espectáculo, el tener satisfecho un bienestar general, aunque sigan existiendo desigualdades.”

Pese a los preocupantes síntomas de degradación institucional que se han observado en EEUU en los últimos tiempos, Iglesias celebra que el equilibrio de poderes esté funcionando: “Trump no ha aceptado la derrota electoral, pero las instituciones están haciendo su trabajo para impedir la tiranía. A mí me ha impresionado cómo muchos republicanos, altos cargos del partido de Trump, sí han admitido los hechos, reconociendo la derrota, porque hay unas costumbres de democracia, unos hábitos de libertad, que van a garantizar el cambio en la presidencia”.

Precisamente por todo ello, teniendo en cuenta la tendencia actual hacia la polarización y el deterioro del sistema democrático que se está observando en EEUU y también en Europa, Iglesias reivindica el valor de la historia como maestra de vida que puede ayudarnos a evitar los errores del pasado: “Cuando vuelves a los clásicos como Tocqueville, siempre encuentras nuevas impresiones y caminos que te iluminan para interpretar el mundo actual. El conocimiento de la verdad de los hechos es absolutamente fundamental”.