Los Premios de Física celebran el valor de la ciencia tanto para impulsar la prosperidad como para orientar la cultura de la sociedad frente a los complejos retos del mundo actual

“La razón esencial que nos llevó a apostar por estos premios, y que hoy seguimos considerando una de nuestras actividades más emblemáticas, es el reconocimiento del mérito”, ha señalado Rafael Pardo durante el discurso que ha pronunciado en el Palacio del Marqués de Salamanca, la sede de la Fundación BBVA en Madrid. “El mérito tiene un déficit de reconocimiento en nuestra sociedad. Todos deberíamos sentirnos orgullosos de tener entre nosotros a los mejores investigadores científicos y docentes comprometidos, además, con la difusión de la cultura científica a la sociedad. Estos premios son un verdadero marcador de excelencia”.

Por su parte, el presidente de la RSEF, Luis Viña, ha resaltado la importancia de “la huella económica de las industrias basadas en la física” en la Unión Europea, agregando que “si España no quiere perder la nueva revolución de la tecnología cuántica, no podemos permitirnos no formar personal cualificado para cubrir desde nuevos recursos educativos hasta salarios dignos y competitivos que permitan atraer a profesores especializados”.

Desde esta óptica, el profesor Viña ha defendido que “las universidades necesitan el apoyo financiero de las autoridades” porque se han convertido en “las instituciones de referencia para la investigación y la generación de ideas” y por ello son “cada vez más importantes para el éxito económico, ya que son tanto generadoras de investigación básica como los mejores lugares para formar a la próxima generación de científicos, académicos e incluso empresarios”.

Doce galardonados por su excelencia

Los Premios de Física reconocen la creatividad, el esfuerzo y el logro en este campo de la ciencia para dar impulso y visibilidad a los mejores investigadores de nuestro país, con atención especial a los jóvenes, así como la excelencia en enseñanza y divulgación. Dotados con 50.000 euros distribuidos entre todas sus categorías, estos galardones fueron instaurados por la RSEF en 1958 y son ya una tradición en el ámbito de la física española. La Fundación BBVA colabora con estos galardones desde 2008 en el marco de su actividad de promoción de la investigación de excelencia y la difusión del conocimiento científico a la sociedad.

En la XVIII edición, la Medalla de la Real Sociedad Española de Física (RSEF) se ha otorgado a Francisco José García Vidal, catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universidad Autónoma de Madrid, por su excelente trayectoria científica, con contribuciones de gran impacto en nanofotónica, plasmónica y metamateriales, destacando avances que permiten manipular la luz de formas hasta hace poco desconocidas.

El Premio Física, Innovación y Tecnología se ha concedido a Julio Gómez Herrero, catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universidad Autónoma de Madrid, por su amplia trayectoria como investigador destacado en el campo de la nanotecnología, cuya labor ha impulsado la creación de empresas de base tecnológica en los dominios de la electrónica, la salud o la energía.

En las categorías de Joven Investigador, se ha reconocido en Física Teórica a Ricard Alert Zenón, profesor distinguido Serra Húnter de Física de la Materia Condensada en la Universitat de Barcelona y jefe del Grupo de Investigación Max Planck de Física de la Materia Viva en el Instituto Max Planck de la Física de los Sistemas Complejos (Alemania), por sus contribuciones en el campo de la física biológica y los sistemas complejos, que ofrecen avances conceptuales y fenomenológicos útiles para entender los sistemas vivos; y en Física Experimental a Allan S. Johnson, investigador Ramón y Cajal en IMDEA Nanociencia (Madrid), por sus contribuciones innovadoras a la tecnología de generación de pulsos ultrarrápidos y su aplicación al estudio de materiales complejos, destacando sus aportaciones en óptica cuántica y óptica no lineal.

En Enseñanza y Divulgación de la Física, modalidad de Enseñanzas Medias, el premio se ha otorgado a Mikel Etxaniz Añorga, profesor de Física y Química en Secundaria y Bachillerato en el Centro Educativo Pasaia-Lezo (Gipuzkoa), por una trayectoria marcada por un constante compromiso con la excelencia docente, resaltando su dedicación a la investigación en la enseñanza de la física, así como la creación de material didáctico; y en Enseñanza Universitaria se ha concedido a María Jesús Santos Sánchez, profesora titular de Física Aplicada en la Universidad de Salamanca, por una trayectoria que integra excelencia docente, innovación metodológica y compromiso con la cultura científica, destacando su liderazgo en múltiples proyectos educativos que han creado materiales de amplia transferencia.

Finalmente, los premios a las Mejores Contribuciones a las publicaciones de la RSEF se han concedido, en la modalidad de Enseñanza, a Francisco Savall Alemany, profesor de Física y Química en el IES Veles e Vents de Grau de Gandia (Valencia); Míriam Esparza García, profesora de Física y Química en el IES Ausiàs March de Gandia (Valencia); María Pilar Santatecla Fayos, profesora de Física y Química en el  IES Veles e Vents de Grau de Gandia (Valencia); Alexandra Rey-Cubero, profesora ayudante doctora de Didáctica de las Ciencias Experimentales en la Universitat d’Alacant; y Alejandra Abellán Llobregat, profesora asociada de Didáctica de las Ciencias Experimentales en la Universitat d’Alacant, por “Resolviendo ecuaciones de segundo y tercer grado con el principio de Arquímedes” publicado en la Revista Española de Física, Vol. 38, nº2, 19-23 (2024), que presenta el diseño de una ingeniosa calculadora mecánica; y en la modalidad de Divulgación, a Julio A. Alonso Martín, catedrático emérito de Física Atómica, Molecular y Nuclear en la Universidad de Valladolid, por “El hidrógeno: un combustible para el futuro” publicado en la Revista Española de Física, Vol. 38, nº3, 1-8 (2024), que explica la física de un tema de gran interés para el desarrollo de nuevas tecnologías que mitiguen el cambio climático.

Investigar sin rumbo fijo, el mejor camino para “cambiar el mundo”

Los premiados en las categorías de investigadores jóvenes, Allan Johnson y Ricard Alert, han puesto en valor el papel de la ciencia básica como motor necesario para la innovación. “A menudo, la física no persigue aplicaciones; se las encuentra”, ha manifestado Alert, que estudia qué principios físicos gobiernan los comportamientos colectivos de muchas células, por ejemplo, una colonia de millones de bacterias o las células cancerosas de un tumor durante el proceso de metástasis. “En el siglo XX, el estudio de la radiación, los átomos y las partículas subatómicas dio lugar a las radiografías, la resonancia magnética y los escáneres con positrones —ha continuado el galardonado—. En el siglo XXI, la física y la biología están dialogando, convergiendo, y ayudándose mutuamente. Me gustaría despertar en la sociedad del siglo XXII para ver qué se ha logrado, y cómo se entiende entonces la física de la vida”.

“Hay quienes se dedican a la ciencia con la esperanza de cambiar el mundo; yo confieso que lo hago por diversión y para entender el mundo”, ha secundado Allan Johnson. “Pero la curiosidad es sincera y te lleva a lugares inesperados”. El galardonado realiza experimentos para generar pulsos ultrarrápidos de luz, que a su vez emplea para estudiar los materiales cuánticos cuyas propiedades se pueden controlar con gran precisión y podrían servir para construir los superordenadores del futuro. “La investigación sin rumbo fijo siempre produce los mayores avances, porque te da libertad para ir donde las cosas funcionan y te sorprenden, en lugar de seguir el camino que crees que debes seguir. Permítannos asumir riesgos, probar cosas que pueden fracasar y dedicar nuestro tiempo a centrarnos en la ciencia sin preocuparnos tanto por los informes y las métricas, y los físicos de España podrán cambiar el mundo”, ha propuesto.

La ciencia, “económicamente decisiva” y “culturalmente crucial”

Julio Gómez Herrero, galardonado con el Premio Física, Innovación y Tecnología, ha incidido también sobre el valor de la curiosidad, que, según ha declarado en su discurso, “es un rasgo distintivo de la vida. Gracias a ella, los animales exploran nuevos territorios y tienen acceso a más recursos. La curiosidad —ha continuado— llevó al Homo sapiens a mirar un poco más allá, a explorar lo que hubiera detrás de esas montañas, de ese desierto, de ese mar, y con ello a colonizar el planeta”. Gómez Herrero, que trabajó con el primer microscopio de efecto túnel que llegó a España en los años 80, ha recibido el premio por sus aportaciones a la nanotecnología, creando un software para adquirir, tratar y procesar datos de imágenes de estos microscopios que ha contribuido al avance de proyectos científicos innovadores en todo el mundo y fundando la empresa Nanotec Electrónica, dedicada al diseño, la construcción y la comercialización de microscopios de campo cercano.

En un campo relacionado trabaja Francisco José García Vidal, cuyas investigaciones sobre ciertas ondas que se propagan por una superficie metálica —conocidas como plasmones superficiales— han dado lugar a sensores capaces de medir las constantes vitales de las personas y enviar esa información a otros lugares del cuerpo. El galardonado con la Medalla de Física desarrolló también un material artificial formado por nanotubos de carbono distribuidos periódicamente, que resultó ser el material más oscuro creado por el ser humano. “En la economía actual (y en la próxima), el conocimiento es el elemento fundamental para asegurar la competitividad de un país —ha resaltado durante la ceremonia—. Siendo esto importante, la ciencia y la física son mucho más que esa visión utilitarista”, ha concluido García Vidal, recalcando que la investigación no es solo “económicamente decisiva”, sino también “culturalmente crucial y estéticamente bella”.

El valor de la enseñanza científica rigurosa frente a la irracionalidad

Durante la ceremonia también se ha puesto de manifiesto la trascendencia de la enseñanza de la física y la cultura científica que, más allá de sentar las bases formativas de la comunidad investigadora del mañana, es un ingrediente fundamental para lograr una sociedad informada. “Compartir el asombro y la belleza de la física con el público general es un acto de responsabilidad social”, ha expuesto María Jesús Santos Sánchez, galardonada con el Premio de Enseñanza y Divulgación de la Física en Enseñanza Universitaria por promover una docencia basada en experimentos e incorporarlos también a sesiones de divulgación para público general. “La enseñanza de calidad y la divulgación comprometida son pilares esenciales para el futuro de la ciencia”, ha añadido.

“Solo si ofrecemos a nuestros jóvenes una formación científica rigurosa, sustentada en la aceptación de la evidencia demostrada, aunque contradiga nuestros postulados, conseguiremos evitar los tiempos oscuros que parece que se avecinan.  La enseñanza de la ciencia debe impulsar un pensamiento colectivo radicalmente diferente al que se está imponiendo, basado en la subjetividad extrema, en las emociones acríticas, en la ausencia de racionamientos lógicos, en el negacionismo de verdades científicas consolidadas, en las mentiras”, ha recalcado por su parte Mikel Etxaniz. Sus libros de texto basados en la idea de que el aprendizaje es un proceso dinámico, participativo e interactivo le han hecho merecedor del Premio de Enseñanza y Divulgación de la Física en Enseñanzas Medias.

“Nuestro objetivo es que nuestro alumnado aprenda física haciendo física, y que alcance el nivel de cultura científica que exigen los retos a los que se enfrenta nuestra sociedad actual”, ha afirmado Francisco Savall al pronunciar el discurso en nombre de su equipo galardonado con el Premio a la Mejor Contribución de Enseñanza en las Publicaciones de la RSEF. El artículo galardonado ha dado lugar a una línea de investigación en el aula desarrollada durante dos años y aún abierta. Finalmente, Julio Alonso Martín –galardonado con el Premio a la Mejor Contribución de Divulgación en las Publicaciones de la RSEF por su artículo sobre el hidrógeno como combustible más sostenible–, ha puesto el foco sobre la importancia de que “la sociedad alcance una cultura científica de buen nivel, para que esté bien informada y pueda opinar sobre temas que afectan a su vida y al bienestar de la sociedad”. Para conseguirlo, ha concluido, “la divulgación juega un papel importante”, animando a sus colegas a contribuir a la difusión de la cultura científica, “aportando su experiencia y saber”.

Jurado

Composición del jurado en las categorías de Medalla de la Real Sociedad Española de Física, Premio Investigador Joven en Física Teórica y Premio Investigador Joven en Física Experimental:

El jurado ha estado presidido por Miguel Á. F. Sanjuán, editor general de la Real Sociedad Española de Física y académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; y ha contado como vocales con: María José Caturla Terol, catedrática de Física Aplicada en la Universitat d’Alacant; Domènec Espriu Climent, catedrático de Física Teórica en el Institut de Ciències del Cosmos de la Universitat de Barcelona; Luis Hueso Arroyo, profesor de investigación Ikerbasque y jefe de grupo en el CIC nanoGUNE; Minia Manteiga Outeiro, catedrática de Astronomía y Astrofísica en el Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CITIC) de la Universidade da Coruña; y Carmen Ocal García, profesora de investigación en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC).

Composición del jurado en las categorías de Premio Física, Innovación y Tecnología; Premios Enseñanza y Divulgación de la Física en Enseñanza Media y en Enseñanza Universitaria; Premios a la Mejor Contribución de Enseñanza y a la Mejor Contribución de Divulgación en las publicaciones de la Real Sociedad Española de Física:

El jurado ha estado presidido por Miguel Á. F. Sanjuán, editor general de la Real Sociedad Española de Física y académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; y ha contado como vocales con: Marta Isabel Hernández Hernández, investigadora científica en el Instituto de Física Fundamental (CSIC); Xavier Obradors Berenguer, profesor de investigación en el Institut de Ciència de Materials de Barcelona (CSIC); Jose Ygnacio Pastor Caño, catedrático de Ciencia de los Materiales e Ingeniería Metalúrgica en la Universidad Politécnica de Madrid; Neus Sabaté Vizcarra, profesora de investigación en el Institut de Microelectrònica de Barcelona (IMB-CNM, CSIC); y José Manuel Sánchez Ron, catedrático emérito de Historia de la Ciencia en la Universidad Autónoma de Madrid y académico de la Real Academia Española.