Aparece en el siglo I a.C. en la antigua Grecia
María Paz López aborda el origen clásico de la novela moderna en la quinta conferencia del ciclo ‘LOGOS. Visiones del mundo clásico’
La conferencia analiza los fragmentos hallados en regiones del Nilo que durante siglos fueron fértiles: se trata de relatos de ficción en prosa que se perdieron en la Antigüedad o a comienzos de la época bizantina y datan de los siglos I a. C. al III d. C. El 2 de junio María Paz López ha impartido la última conferencia del ciclo antes del periodo estival, que se reanudará el 15 de septiembre.
1 junio, 2022
La novela fue el último de los géneros literarios en nacer. Aunque ya existían precedentes como los relatos y los cuentos, no es hasta el siglo I a.C. que aparece en la antigua Grecia el relato de ficción en prosa. Entre los vestigios de las regiones que durante siglos fueron fértiles en los márgenes del río Nilo han llegado a nuestros días unos cincuenta fragmentos de novelas que se perdieron en la Antigüedad o a comienzos de la edad bizantina.
Investigar estos papiros en novela es la labor de María Paz López, profesora titular de Filología Griega en la Universidad de Alicante, quien también dirige el proyecto Eroticorum graecorum fragmenta in papyris membranisve reperta, del Programa Logos de Ayudas a la Investigación en Estudios Clásicos. Sólo se conservan unas cinco novelas completas, pero el patrón habitual de todas ellas es que narraran historias amorosas. Por ello, los investigadores de estudios clásicos del siglo XIX identificaban estos relatos como erotiká. No obstante, había otras modalidades que también reflejan cómo era la sociedad de la época: novelas de viaje, de ciencia ficción, histórica, mítica, hagiográfica y cristiana, biográfica, picaresca, gótica y de gusto gore.
Los personajes son jóvenes, sátrapas, faraones, poetas, filósofos, magos, sacerdotes y todo tipo de villanos: pícaros, magos, fantasmas, piratas y proxenetas. Las heroínas no se quedan atrás: son reinas, lideresas, mujeres con inquietudes intelectuales, peregrinas en busca del conocimiento, féminas cultas que desafían a sus compañeros, brujas, prostitutas, alcahuetas y todo tipo de mujeres que asumen su propio destino.
Dado que los fragmentos de los papiros que se conservan suelen estar plagados de lagunas y letras ilegibles, el objetivo de la investigadora es ofrecer un texto que se acerque lo más posible al original aplicando datos lingüísticos, literarios, históricos y arqueológicos.